Una semana clave para Andalucía

Una vez acabados los fastos de la Feria de Sevilla cuyo balance económico y festivo ha sido mediocre y ha decepcionado a muchos de los que creian que iba a suponer un respiro en la crisis; una vez pasado el "puente" del 1º de mayo (¿no dijeron que iban a acabar con los "puentes"?) y las manifestaciones de los sindicatos y del PSOE contra la reforma laboral de Mariano Rajoy; una vez encarcelado Antonio Fernández, el primer consejero de la Junta imputado en la trama de los EREs fraudulentos; una vez conocidos los datos del primer trimestre de la EPA que elevan a más de un millón trescientos mil el número de parados en Andalucía, esta semana que hoy comienza va a ser clave en el futuro a corto y medio plazo de nuestra comunidad.  El miércoles y el jueves se celebra en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas el debate de investidura de José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía. No se esperan sorpresas. Todo está atado y bien atado en el "pacto de los sillones". Pepe Griñán obtendrá el apoyo de los 47 diputados del Grupo Socialista y 11 de los doce parlamentaros de IULV-CA, ya que el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ya ha anticipado que no le votará. En total, 58 votos, más que suficientes para ser investido de nuevo como presidente de la Junta por segunda vez consecutiva sin que nunca haya conseguido ganar las elecciones. No sé si en esta ocasión estará presente en el solemne acto su predecesor, Manuel Chaves, pero sería conveniente de diese la cara aunque sólo sea para mostrar su apoyo (o su rechazo) a un pacto que muchos de sus compañeros de partido tildan de suicidio colectivo para el PSOE.

Pese a su importancia, este acto parlamentario no es sino un mero y necesario trámite en el que lo más importante es comprobar si Griñán recoge en su discurso de investidura las peticiones sobre medidas anticorrupción hechas por Diego Valderas o se limita a salir del paso hasta que se cierre el acuerdo de Gobierno con IULV-CA. Hombre, de momento resulta cuando menos curioso que el Grupo Socialista, después de haber rechazado una docena de comisiones de investigación, entre ellas varias sobre los EREs fraudulentos, vaya a presentar ahora una iniciativa en la Cámara para que el Parlamento investigue el mayor escándalo político ocurrido en Andalucía en las últimas décadas. Me da a mí que esta Comisión de Investigación sobre los EREs, en la que PSOE e IULV-CA tendrán mayoría de representantes, va a ser un "paripé" para salir del paso y no dejar en mal lugar a los socios del Gobierno de coalición ante sus electores. 

Lo más importante de esta semana no es lo que ocurra el 2 y el 3 de mayo, sino saber cómo se cierran las negociaciones entre PSOE e IULV-CA para la composición del nuevo Ejecutivo que presidirá Pepe Griñán y que tendrá como vicepresidente y consejero de Gobernación a Diego Valderas. Todos quieren que el nuevo Gobierno tome posesión antes del 15 de mayo, pero los flecos que exige IULV-CA están demorando la firma del acuerdo. Dice que la coalición de izquierdas pide, además de la vicepresidencia y Gobernación para Valderas (no hay que olvidar que el poder judicial depende de este departamento), las consejerías de Educación y de Turismo. La segunda ya se sabe que es un caramelo que el PSOE suele conceder siempre a sus eventuales socios de Gobierno (el Partido Andalucista ya la tuvo en dos legislaturas con Chaves) ya que, pese a que el sector del turismo es clave en el PIB andaluz, consideran que la capacidad de maniobra del consejero está bastante limitada tanto por el Gobierno central como por los empresarios del ramo. Otra cosa es Educación, el Departamento que actualmente comparte con Sanidad la parte del león del presupuesto de la Junta de Andalucía. Son muchos los socialistas que han puesto el grito en el cielo al conocer que se puede dejar en manos de IULV-CA una Consejería que va a llevar el peso de la lucha del PSOE contra los recortes de Rajoy y que puede ser fundamental en las movilizaciones callejeras. Puede ser que, finalmente los negociadores de IULV-CA, desistan de este empeño presionados por la organización, pero que no les quepa duda alguna que esta renuncia supondrá otro tipo de compensaciones en forma de puestos intermedios (direcciones generales y presidencias de empresas públicas) que vamos a pagar todos los andaluces. Habrá que estar atentos a la jugada. Lo único cierto es que Griñán lo va a tener bastante complicado si quiere aguantar en el puesto hasta su jubilación en 2016. Al tiempo.