Vuelven los rumores sobre el fin de ETA: ¿desarme parcial a cambio de acercamiento de presos?

El citado diario subraya que la firmeza adoptada por el Ejecutivo, que no se pliega a las exigencias de los verificadores para que mueva ficha, es compatible con una flexibilización de la política penitenciaria, que pasaría por un acercamiento gradual de presos etarras al País Vasco y Navarra.

Algunos verificadores internacionales visitaron en secreto el País Vasco a finales de enero para entrevistarse con representantes del PNV, Aralar, Albernatiba y Sortu, a quienes trasmitieron que en las últimas reuniones mantenidas en Oslo, los cabecillas de ETA se han comprometido a realizar a corto plazo un gesto en materia de desarme. Los medios de la lucha antiterrorista consultados por el periódico descartan que la banda vaya a anunciar una entrega total de las armas y, mucho menos, su disolución.

Los expertos coinciden en que ETA es consciente de que se le acaba el tiempo porque los verificadores le han exigido que dé ya pasos encaminados al desarme. La propia izquierda abertzale también urge a la organización terrorista a que realice algún gesto en este sentido creyendo que así forzará a Rajoy a salir de su "inmovilismo". En el caso de que ETA anuncie un desarme, parcial o simbólico, el Ejecutivo consideraría que "va en la buena dirección", pero a todas luces aún insuficiente.


Los 'verificadores' del fin de ETA vuelven a Euskadi para negociar

Los verificadores internacionales del alto el fuego de ETA han mantenido contactos en los últimos meses con dirigentes de la banda terrorista, liderados por Josu Ternera en Oslo para abordar el desarme. Los verificadores mantuvieron diversos contactos el 28 de enero para evaluar la situación de ETA y de los presos, dos semanas después de la multitudinaria manifestación que tuvo lugar en Bilbao.

La intención del grupo que dirige Ram Manikkalingam, de Sri Lanka, es regresar a finales de este mes para llevar a cabo una ronda más completa de encuentros, sin descartar una cita reservada con el lehendakari, Iñigo Urkullu, si se lo solicita. Los movimientos que ahora protagoniza el Gobierno vasco y el PNV para pilotar el proceso se producen después de que Batasuna lo intentara a mediados del año pasado. Obtuvo de ETA un no rotundo a hacer "gestos" significativos si el Gobierno no se sentaba a negociar.