El Constitucional admite estudiar la suspensión de la condena a Otegi

De acordarse la suspensión de las condenas, que son de seis años y medio de cárcel, ambos líderes abertzales podrían salir de prisión, donde Otegi permanece desde octubre de 2009. Diez Usabiaga también se encuentra actualmente en la cárcel, aunque logró un permiso para asistir a su madre que le concedió el juez Baltasar Garzón en abril de 2010 y no volvió a un centro penitenciario hasta noviembre de 2011.

Antes de adoptar esta decisión, el tribunal de garantías debe valorar la situación procesal y penitenciaria de ambos condenados y si tienen causas pendientes, como la que pesa sobre Otegi por la financiación de ETA  a través de las "herriko-tabernas", cuyo juicio está pendiente y en la que se encuentra en situación de libertad bajo fianza.

Difícil suspensión

En otras ocasiones, el Constitucional ha dejado en suspenso condenas que se encontraban en torno a los cinco años de prisión antes de dictar sentencia sobre el caso concreto, por lo que teniendo en cuenta las circunstancias que rodean a este caso es poco probable que se terminen acordando las citadas suspensiones, según señalan fuentes jurídicas.

En mayo del pasado año, el Tribunal Supremo rebajo de 10 a 6 años y medio la pena impuesta a  Otegi y Díez Usabiaga  por el delito de pertenencia a organización terrorista que les había puesto previamente la Audiencia Nacional, al considerar que no deberían haber sido condenados en grado de dirigentes.

En las providencias dada a conocer este miércoles, que tienen fecha de 6 de mayo, se dan diez días de plazo al Tribunal Supremo  y a la Audiencia Nacional para que remitan las actuaciones correspondientes a estos recursos de casación.

En mayo de 2012, el Tribunal Supremo  consideró que tanto Otegi como Usabiaga eran culpables de la modalidad básica de un delito de integración en organización terrorista, aunque no en grado de dirigentes y rebajó sus condenas en tres años y medio, si bien mantuvo la pena de inhabilitación por tiempo de diez años para ambos.

Por otra parte, la Sala también redujo de ocho a seis años de cárcel la condena al resto de los acusados en la causa de 'Bateragune' Miren Zabaleta, la extesorera del PCTV Sonia Jacinto y el exresponsable de Haika en Alava Arkaitz Rodríguez.

El magistado del alto tribunal  Miguel Colmenero, que fue designado inicialmente como ponente de la resolución, fue sustituido por el presidente de la Sala de lo Penal, Juan Saavedra, tras no lograr recabar los apoyos suficientes para sacar adelante su postura, relativa a la devolución de la causa a la Audiencia Nacional por considerar que el tribunal que juzgó el caso no fue imparcial.

Otro magistrado, del Supremo, Alberto Jorge Barreiro, defendió en un segundo voto particular discrepante la absolución de los condenados por haber sido vulnerado su derecho fundamental a la presunción de inocencia.

La mayoría, sin embargo, consideró acreditado que ETA elaboró entre 2007 y 2008 diversos documentos que determinaban su decisión de hacer primar "externamente y a efectos puramente estratégicos la línea política sobre la lucha armada" y utilizaba a la izquierda abertzale como brazo político. Los acusados habrían desplegado sus actividades políticas siguiendo en verdad los postulados terroristas, dentro de la mecánica de "desdoblamiento" marcada por ETA.

Imparcial de Murillo

El propio Supremo expuso en su sentencia dudas sobre la imparcialidad de la presidenta del tribunal  que juzgó los hechos en la Audiencia Nacional, Ángela Murillo, por preguntar al exportavoz de Batasuna si condenaba la violencia de ETA. Tras el silencio del acusado, la juez replicó: "Ya sabía yo que no me iba a contestar a esta pregunta".

De no admitirse finalmente su recurso de casación, el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi permanecerá en la cárcel hasta abril de 2016 si no se le conceden beneficios penitenciarios con los que pudiera alcanzar la libertad condicional.

Otegi se encuentra en prisión desde el 16 de octubre de 2009, cuando el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón le encarceló tras la operación policial que permitió desarticular una estructura que las Fuerzas de Seguridad denominaron 'Bateragune' y que estaba tratando de reconstruir la ilegal Batasuna.

El dirigente abertzale volverá sentarse en el banquillo de los acusados en el marco del proceso 35/02, en el que se investiga la financiación de la banda terrorista ETA a través de las 'herriko tabernas' de Batasuna.

En esta causa, el fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota solicita que el líder abertzale y los dirigentes Joseba Permach y Rufi Etxeberria sean condenados a penas de 12 años de prisión.

La condena por Bateragune fue la sexta que un tribunal le impone a Otegi desde 1989 y la tercera que modifica el Supremo, que en dos casos revoco las condenas y ordenó repetir juicios que acabaron con la absolución del dirigente de la izquierda abertzale.


Por su parte, el exsecretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga quedó libre el 26 de abril de 2010 tras depositar una fianza de 30.000 euros que le impuso el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para que pudiera asistir a su madre, quien le reclamó como "cuidador" acogiéndose a la Ley sobre la Dependencia.  Volvió a la cárcel un año y cinco meses después.