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Puerto Rico, perla del Caribe

miércoles 05 de marzo de 2014, 17:22h
Debido a su rica historia y cultura, tanto en el pasado como en el presente, Puerto Rico ofrece lo mejor de tres mundos: el Viejo Continente, gracias al dominio español durante siglos, los Estados Unidos a partir del año 1892 y el Caribe por su privilegiada situación geográfica.

  • Muriel Feiner


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 UN POCO DE HISTORIA

No se puede hablar de Puerto Rico sin referirse a Colón que lo vio por primera vez en 1493 en su segundo viaje a las Américas, aunque fue Juan Ponce de León quien emprendió su colonización en 1508 tras derrotar a los nativos Tainos.  Éstos llamaron a la isla Borinquén, que significa: "La gran tierra del valiente y noble dios", pero los conquistadores cambiaron su nombre a San Juan Bautista.  Eventualmente se denominó por las razones obvias: Puerto Rico, nombre que no se cambió cuando fuera cedido a los Estados Unidos tras la Guerra de 1898 bajo el Tratado de París, junto con Cuba, Filipinas y Guam.

UN LEGADO MULTICULTURAL

Puerto Rico es en la actualidad un protectorado estadounidense y su población de cuatro millones de habitantes no parece aspirar a convertirse en estado oficial, ya que conservan su propia identidad nacional, con su moda de vida caribeña, pero a la vez son ciudadanos estadounidenses con todos los derechos.

La mayoría de los vuelos internacionales aterrizan en el aeropuerto Luis Muñoz Marín de San Juan, una ciudad llena del encanto del Viejo Mundo, ofreciendo un amplio abanico de hoteles, restaurantes y lugares de interés para visitar. Sorprendentemente casi la mitad de los habitantes de la isla residen en San Juan y su entorno, aunque no se tiene esta sensación cuando se pasean por las tranquilas calles empedradas de la parte vieja de la ciudad, que ha sido declarado "Bien Cultural de la Humanidad" por la UNESCO.   Se puede encontrar en la capital innumerables opciones de ocio, para ir de compras o simplemente relajarse en las tranquilas fondas que rodean la céntrica Plaza Colón, con un café, cóctel con el ron Don Q, producto de la isla o el más potente pitorro (aguardiente).     
            
Encabezando la lista de cosas para ver en la capital es el Castillo San Felipe del Morro, llamado simplemente "El Morro", cuya construcción se comenzó en 1539 en el noroeste de la ciudad.  En el otro lado, se encuentra el Castillo San Cristóbal, construido para reforzar la defensa de El Morro contra ataques de piratas y barcos enemigos, algo frecuente ya que San Juan jugó un papel clave como plaza militar y como depósito para los  cargamentos de oro, plata, gemas, especies y pieles, procedentes de las Américas y con destino a la Madre Patria. 

También a la vista de su situación estratégica, San Juan fue una parada primordial para que los barcos partiendo en dirección a Europa pudieran reponer sus provisiones y mercancía.  Una ventaja asimismo importante fue que su bahía tenía suficiente profundidad para permitir que embarcaciones grandes pudieran fondear en sus aguas. 

Si los turistas disponen de un poco más de tiempo, deberían visitar el Bosque Pluvial de EL Yunque en la Sierra de Luquillo, unos 40 kms al sur de la capital.  Alcanza una altura de más de 3,533 pies sobre el mar y su excepcional eco clima crea el hábitat ideal para toda clase de flora y fauna tropical.  Hace más de mil años, los indios Tainos lo consideraban como su más sagrado santuario.

Porta del Sol

Pero hay mucho más que ver en Puerto Rico que la histórica ciudad de San Juan, con sus 500 años de historia y sus maravillosas playas, porque no muy lejos, al oeste de la isla, está la zona de la Porta del Sol, cuyo capital es Mayagüez.  Técnicamente hablando es un viaje de dos horas de San Juan por el autopista, si el trafico lo permite, que no es siempre el caso.  Por lo tanto, nos proporciona una excelente excusa para pasar unos días en esta zona para disfrutar de toda la belleza de la provincia.  Aquí está la casa donde nació Pilar Defilló, la madre del famoso chelista Pablo Casals, y donde el propio músico eligió pasar los últimos años de su vida.

Eugenio María de Hostos fue uno de los Padres de la Patria y la ruta montañosa hacia su Museo ofrece la oportunidad de disfrutar de preciosos paisajes verdes y exuberantes.  Pero "la joya de la corona" de la región es sin lugar las Cuevas de Camuy, con sus estalactitas, estalagmitas y albercas subterráneas.  Los visitantes descienden en un tranvía hasta la cueva, que se calcula data a más de un millón de años atrás.  

Quebradillas está cerca y, como su nombre indica, la tierra ya es muy irregular y accidentada.  Anteriormente gozaba la zona de cierta riqueza debida a la cultivación de tabaco y la industria farmacéutica local, y este esplendor del pasado se refleja en su precioso y centenario  Teatro Liberty, la Casa  del Rey (1823), convertido ahora en Ayuntamiento, la Iglesia de San Rafael Arcángel (1828) y la Hacienda Lago Amador, de la misma época.

El monumento al heroico jefe indio Mabodamaca nos da la bienvenida a Isabela, para explorar las ruinas de San Antonio de la Tuna (1725), las orígenes de la ciudad, la iglesia de San Antonio de Padua, que data a 1837, aunque tuvo que ser reconstruido tras el fuerte terremoto que devastó la isla en 1918.  Aquí encontramos unas playas maravillosas para poder practicar toda clase de deportes acuáticos.

Otros lugares maravillosos son Hormigueros, con su Basílica de la Virgen de la Monserrate, nombrado así porque se dice que la Virgen apareció a un humilde campesino en 1600.  El histórico pueblo de San Germán es uno de los más bonitos y, según la leyenda, Nuestra Señora del Rosario apareció aquí en 1953 al lado de un pozo, cuando tres niños pequeños fueron a buscar agua.  Ella les dijo: "¡No tengáis miedo! Soy la Virgen del Rosario y todos los que beban de esta agua con fe serán curados."  Se puede visitar la vieja escuela, el santuario de la Virgen y beber del pozo porque la gente local asegura que centenares de miles de personas se siguen curándose de sus enfermedades hasta el día de hoy.       

Sabana Grande, el corazón de la llanura, tiene una iglesia neoclásica donde curiosamente veneran a los patronos de Madrid, San Isidro y su mujer Santa María de la Cabeza.   El pueblo de Boquerón -el nombre viene de "boca grande"- fue tal vez la zona más vieja de la isla con referencias históricas a los indios Siboneye y Arawak, que lo habitaban en 30 A.C. y que producían sal para exportación en 1511.  El pueblo está muy orgulloso de su estatua de Roberto Cofresí Ramírez de Arellano (1791-1825), probablemente uno de los pocos monumentos levantados para honrar a un pirata, aunque los "boqueronenses" aseguran que Cofresí atacaba sólo a los barcos de bandera extranjera y compartía el botín con los pobres habitantes del pueblo, como el "Robin Hood" de Puerto Rico.

La Parguera en el distrito de Lajas reserva a los visitantes una experiencia única: surcar las aguas de la zona en un barco con fondo de cristal, entre cayos, manglares y arrecifes de coral, y con visitas a las islas de Caracoles y Mata la Gata.  Y estos mismos barcos zarpan por la noche para disfrutar de un tranquilo crucero que permite contemplar las estrellas arriba y el espectáculo bio-luminescente bajo el mar.  Cuando se mueven las aguas, millones de microorganismos que pueblan este tranquilo estuario empiezan a brillar en las oscuras aguas de la noche.

En esta zona de la Porta del Sol, se puede practicar todos los deportes acuáticos: vela, submarinismo, buceo, pesca, catamaranes, kayaking, jet ski y surf, y tierra a dentro: camping, senderismo, rappel, equitación, golf, tenis, espeleología, parapente, ciclismo...

Y para culminar todo: una maravillosa gastronomía, color, folklore, música y gente abierta y simpática.  De hecho, está claro que el mejor tesoro de Puerto Rico reside en los encantadores y hospitalarios puertorriqueños.

Muriel Feiner
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