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La milonga de la alta cocina
La milonga de la alta cocina

La milonga de la alta cocina

jueves 20 de marzo de 2014, 18:05h
Gente de toda Europa encuentra un motivo para venir a nuestro país sólo para experimentar y probar las creaciones de un determinado chef.

Desde que España despertara al mundo de la cocina gourmet han sido muchos los que se han subido a este tren. Cocineros, restaurantes, gurús, programas de televisión y hasta centros educativos han contribuido a que nuestro país se hiciera un hueco en el mundo de la alta cocina. Incluso un nuevo tipo de turismo ha proliferado gracias la fama que han cosechado algunos cocineros y restaurantes. Gente de toda Europa encuentra un motivo para venir a nuestro país sólo para experimentar y probar las creaciones de un determinado chef.

Cómo no, también existen muchos establecimientos que engañan al cliente y se visten de falsos restaurantes de alta cocina. Los turistas extranjeros son uno de los blancos más fáciles de este engaño. Las zonas de gran volumen de turismo, como por ejemplo las Islas Baleares, están repletas de restaurantes que prometen algo que después no entregan. Un restaurante que quiera distinguirse ha de ofrecer un producto de calidad, una atención superior a la media y sobre todo algo que le haga diferente. Es lo que promete, y cumple, el Restaurante Flanigan de Mallorca. Aquí la comida mediterránea es la protagonista y los turistas y los locales pueden disfrutar en sus mesas de recetas con personalidad y sabor autóctono.

 

¿Es una receta tradicional alta cocina?

Cualquier cocinero que se precie, por muy famoso que sea, sabe que una cocina sin una base esencial de calidad en el producto no tiene nada que hacer. En muchas ocasiones el artificio prima por encima del sabor y eso provoca un desengaño en el comensal. También se suele decir que lo que ocurre es que el cliente no está preparado para entender el plato que ha preparado el chef. Esta es la excusa típica del cocinero soberbio que no sabe comunicar su idea. La cocina y la gastronomía son un disfrute, un placer. No se entiende una mesa y un mantel en un restaurante sin que lo que estás comiendo te emocione.

Pero entonces, ¿cualquier receta tradicional hecha en casa es alta cocina? La respuesta es obviamente que no. También es cierto que siempre se ha asociado la alta cocina a un precio elevado y a la sofisticación extrema. Esto también es falso.

Lo que debe ofrecer la cocina gourmet una sorpresa en el cliente, un deleite y al final una satisfacción que perdure en su mente. De hecho, en el Restaurante Flanigan de Mallorca que antes comentábamos, es muy famosa la tortilla de patatas. Para muchos es la mejor tortilla española de las Baleares. Si unimos esto al privilegiado lugar donde tienen su local, al servicio que ofrecen y a su completo menú y bodega, hacen de este restaurante un local de alta cocina.

Conclusión: la alta cocina no es cuestión de precio ni de complicadas recetas. Es una combinación de amor por la gastronomía, experiencia y saber a quién te diriges.

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