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Seis orejas y entretenido espectáculo en Vistalegre

Homenaje a El Chano en un festival emotivo, flamenco y efectivo en lo económico

Homenaje a El Chano en un festival emotivo, flamenco y efectivo en lo económico

sábado 22 de marzo de 2014, 21:05h
La solidaridad del mundo del toro, con tantos defectos por otro lado, es de dos orejas y rabo. E incluso del público, que se acercó al lleno en el festival homenaje al torero caído en desgracia ejerciendo su profesión, que en este aspecto será efectivo en lo económico para el coletudo. Con emoción y mucho cante flamenco, durante las faenas de las figuras, la solidaridad funcionó una vez más.
El Chano hacía su último paseíllo de la forma que ni en sus peores pesadillas habría soñado, pero no se vino abajo, como no lo ha hecho tras el infortunio que sufrió el maldito 12 de julio de 2012 en Ávila. Porque hasta abriendo el desfile de los matadores y sus cuadrillas en su silla de ruedas tenía pinta de torero/torero. Como en el saludo y brindis en el centro del ruedo de Vistalegre hasta pasar a una contrabarrer, donde recibió los de la mayoría de los coletudos. 

Todo con mucha emotividad entre los profesionales y entre el gentío. Y también con mucho flamenco, pues en lugar de banda, las actuaciones de los matadores y novillero se adornaron con diversos cantaores para que el festejo quede en la memoria de todos. La originalidad se extendió en otros momentos, como cuando ejercieron de torileros de honor otros destacados coletudos, cual Dámaso González, El Fundi y Miguel Abellán -que pidió el sobrero a lo que el presidente no accedió-. 

O como cuando un antitaurino se arrojó al ruedo mientras agonizaba el segundo burel, para ser objeto de lanzamientos de objetos desde el graderío antes de ser inmediatamente rodeado por las cuadrillas que lo entregaron entre abucheos a las fuerza policiales. De modo que hasta los 'antis' participaron en el espectáculo muy a su pesar.

En lo exclusivamente artístico, lo menos importante dado que todos los anunciados -con Juan José Padilla en el lugar del herido Enrique Ponce, actuaron desinteresadamente, hubo algunos buenos momentos de tauromaquia, jaleados por un público festivo y entregado, como algunos desafueros que en nada empañaron que la gente saliera contenta.

Y, así, un Padilla populista y efectista -hizo banderillear a Ferrera y El Fundi, que estaban de paisano entre el público- se llevó una oreja de una res de Juan Pedro Domecq; idéntico trofeo que echaron en su esportón un Juli poderoso (ante un novillo de Garcigrande), un Manzanares (bicho de El Pilar) de empaque y elegancia, un Perera (bicorne de Fuente Ymbro) encimista, un Talavante (Zalduendo) vulgar y un Álvaro Lorenzo, ilusionante cual corresponde a su condición de novillero puntero, frente a uno de Alcurrucén.

Mientras que el rejoneador Diego Ventura, espectacular, falló con las armas toricidas ante una res de Capea. Mas, en definitiva, todo lo relatado es destacable, pero lo importante, más allá del espectáculo, el cariño, va a ser  la recaudación para El Chano, que se lleva las dos orejas en tal aspecto.
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