Una final española en la Liga de Campeones: un gigante Atleti se enfrentará al Real Madrid en Lisboa
miércoles 30 de abril de 2014, 22:59h
El Atlético de Madrid estará en la final de la Liga de Campeones después
de vencer con autoridad (1-3) en Stamford Bridge al Chelsea, en un
partido que tuvo que remontar un gol del exatlético Fernando Torres,
algo que hizo el equipo de Simeone con los goles de Adrián, Diego Costa y
Arda Turan, y que llevará al equipo rojiblanco a jugar la segunda final
de la 'Champions' de su historia, en la que esperaba ya el Real Madrid.
El 24 de mayo se cumplirán exactamente 40 años y una semana desde la
última presencia atlética en el partido de fútbol más importante del
mundo a nivel de clubes. Para ponerlo en una perspectiva adecuada, aquel
año fue el del estreno de la segunda parte de El Padrino o en el que el
grupo sueco ABBA sacó a la luz Waterloo. Tiempos en los que en España
aún había censura en los cines y la música se escuchaba en vinilos.
Pero la del tiempo no es la única barrera que ha roto este
Atlético de Madrid: también ha hecho añicos la de los tópicos. Los que
dicen que en estos partidos pesa la historia reciente o el escudo. Desde
que llegó Simeone al cargo que actualmente ejerce, allá por finales del
año 2011, el equipo rojiblanco ha sorteado este tipo de prejuicios
futbolisticos con la naturalidad que le da el hecho de estar convencidos
al 100% de que ellos no son ni más ni menos que nadie.
Porque si algo exhibió el equipo de la ribera del Manzanares en
Stamford Bridge este miércoles fue personalidad. Salió al encuentro más
centrado que su rival. Durante los primeros 15 minutos sujetó cualquier
supuesta salida en tromba del equipo de Mourinho. Una arreón que no
llegó. E incluso Koke, con un centro-chut que se envenenó, pudo
adelantar a los suyos a los cuatro minutos.
Al cuarto de hora, el Chelsea empezó a controlar el balón. No el
juego, pero sí el balón. Lo que pasa es que no tenía jugadores para ese
tipo de fútbol. Mourinho alineó un sistema en el que Azpilicueta jugó de
centrocampista y en el que su línea ofensiva se limitaba al trío
Hazard-Willian-Torres. El entrenador luso naufragó en la penúltima ronda
por cuarto año consecutivo, pero quizá este ha sido en el que su equipo
se ha visto más superado y su figura ha salido más perjudicada.
A pesar de todo ello, el Chelsea se adelantó en el partido. Y como
si el destino quisiera darle un giro dramático al choque, el gol que
tuvo al Atlético de Madrid fuera de la final durante ocho minutos fue de
Fernando Torres. El de Fuenlabrada aprovechó en el minuto 34 una
excelente jugada de Willian y Azpilicueta para marcar a su exequipo. Ni
siquiera lo celebró, a pesar de la magnitud del gol que había
conseguido.
EL ATLÉTICO TUVO TIEMPO DE SABOREAR LA GLORIA
Y lo que pudo ser el final, fue el inicio de la gloria. Ahí empezó
la borrachera de felicidad atlética. Quizás él no lo sabía y Torres
simplemente hizo el primer gol del Atlético de Madrid. El caso es que
ocho minutos después Adrián hizo el empate después de culminar una
jugada en la que también participaron Tiago y Juanfran. Ese gol fue el
del 'Cholismo'. El asturiano fue la apuesta de Simeone para este
encuentro y, como todo desde que se sentó en el banquillo atlético por
primera vez, le salió bien.
Fue un gol que psicológicamente mató al Chelsea porque la segunda
parte fue monocromática. Solo hubo un color: el rojiblanco. A los pocos
minutos de la reanudación, Arda Turán ya estuvo cerca de hacer el
segundo. Un gol que haría Diego Costa de penalti pocos minutos después
de salvar el belga Courtois a su equipo. No podía ser la fiesta atlética
completa sin la participación de los dos pilares sobre los que se ha
sostenido el histórico año atlético.
Por si el 1-2 no fuera suficiente, Arda Turan hizo el tercero a
los 72 minutos. El turco acabó de pintar el cuadro porque tenía que ser
él, el que da un toque distinto al juego de Simeone, el que diera la
última pincelada de la obra de arte que dibujó el Atlético de Madrid en
el estadio londinense de Stamford Bridge.
Con el gol de Arda se acabó el partido y durante 20 minutos el
Atlético de Madrid y su afición pudo disfrutar del terreno conquistado.
Habrá final madrileña en Lisboa. El martes hizo su labor el Real Madrid y
el miércoles la hizo el Atlético de Madrid. Quizá debía ser Madrid la
protagonista en Lisboa, dado que el río Tajo, que muere en la capital
lusa, nace en la ciudad de los dos finalistas. Da Luz, el próximo 24 de
mayo, albergará un partido que acabe como acabe pasará a la historia del
fútbol español.