La ministra de Administraciones Públicas,
Elena Salgado, consideró una
"buena noticia la petición de perdón" del presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo de Bilbao, monseñor
Ricardo Blázquez, durante su discurso inaugural de la Asamblea Plenaria.
Sin embargo, aseguró, en declaraciones a
Punto Radio, que
"parece" que a monseñor Blázquez
"no le ha gustado la Ley de Memoria Histórica" cuando lo que
"tiene de importante" es
"precisamente" que
"cierra algunas heridas". "Esta petición de perdón de monseñor Blázquez pues también va a contribuir a eso", añadió.
Por su parte, el ministro de Defensa,
José Antonio Alonso, consideró que las declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo de Bilbao, monseñor
Ricardo Blázquez, quien reconoció
"el derecho de cada grupo humano a rememorar su historia", son
"acertadas" y
"llaman a la concordia".
En declaraciones a los periodistas, tras visitar el Cuartel General de la Fuerza Terrestre (Futer), en Sevilla, Alonso apuntó que la Ley de Memoria Histórica pretende "cerrar las heridas de una etapa de España que resultó dolorosa".
En este sentido, el titular de Defensa se mostró optimista con el futuro inmediato de España ya que "este país tiene un buen presente y un excelente futuro". Por su parte, Blázquez advirtió de que la nueva legislación no debe servir para "reabrir heridas, atizar rencores y alimentar desavenencias".
Reacciones en los medios
Para algunos sectores, han sido unas disculpas las de Blázquez sinceras y valientes. Pero para otros han estado muy limitadas y acompañadas de una crítica -cierto que muy suave- a la Ley de la memoria histórica. Y no hay quien falta que recuerda que la cercanía de las elecciones para renovarse en el cargo podría haber motivado este posicionamiento público ante la prensa.
Blázquez aludió ayer lunes, en el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de los obispos, al
"periodo agitado y doloroso de nuestra historia" que supuso la Guerra Civil y la década de los años 30 del siglo pasado y admitió que
"en muchas ocasiones" la Iglesia tendrá motivos para
"dar gracias a Dios por lo que se hizo y por las personas que actuaron", pero
"probablemente en otros momentos, ante actuaciones concretas" tendrá que
"pedir perdón" y reorientarse.
Estas palabras de Blázquez son interpretadas por la mayoría de los diarios como una petición de perdón por el papel desempeñado por la Iglesia en la Guerra Civil. En este sentido, El País califica el discurso de Blázquez de "rupturista", al desmarcarse de su antecesor en el cargo Rouco Varela. El Mundo habla de "iniciativa histórica", y La Vanguardia de "inédito y matizado mensaje" .
Por su parte, Público abre su edición con un contundente titular: "La Iglesia pide perdón". Según este diario, "Blázquez se sale del guión y mira hacia atrás sin ira". El Periódico también refleja la petición de perdón del presidente de la CEE, y dice que se expresó "con menos ambigüedad" de la acostumbrada por los dirigentes de la Iglesia.
ABC y
La Razón valoran el discurso de Blázquez desde otra perspectiva. El primero de los diarios subraya que el presidente de los obispos evocó al cardenal
Tarancón y pidió
"diálogo y concordia". Por su parte,
La Razón deduce de la intervención de Blázquez que
"los obispos rechazan la Memoria Histórica".