Tiempo de ceses y dimisiones: Jaime García-Legaz, acorralado tras la última publicación de sus chats con el 'pequeño Nicolás'

Mujeres, cenas y comidas y negocios. Todo este cóctel se puede encontrar en los mensajes de Whatsapp que este viernes publica el diario 'El Mundo' que intercambiaban Jaime García Legaz y Francisco Nicolás Gómez Iglesias como si fueran íntimos. Nada habría de particular en que un miembro del Gobierno como es el secretario de Estado de Comercio y este supuesto asesor y colaborador de Moncloa y CNI -es lo que él asegura ser el Pequeño Nicolás-, sino fuera porque en ese trato de amistad se unieron negocios valiéndose de los cargos.

En concreto, el Pequeño Nicolás le pide favores de trato como cargo ministerial a Legaz para ayudar a una empresa cercana a su persona, y le pide también escuchar a unos empresarios mexicanos que estaban interesados en comprar un centro de El Corte Inglés en Madrid. Aunque no se explicita, es evidente pensar que Nicolás se jugaba favores o incluso comisiones en esas operaciones empresariales.

No menos polémicas son las conversaciones de absoluta confianza entre ambos para hablar de mujeres, muchas veces insinuando la presencia de chicas de compañía, o al menos es lo que se desprende de palabras como éstas: "Francisco Nicolás: Si te apetece tomarte algo que a mi sí, me dices". En otras conversaciones simplemente hablan de ligar con jóvenes, y Legaz no duda en pedirle a Nicolás que lleve a estas conocidas a su presencia. Ambos pactan alguna noche de copas con ellas para impresionarlas con sus lujos y sus cargos, aunque no dejan de ser conversaciones privadas sin ningún tipo de atisbo de abuso de poder.

Lo que sí quedaría demostrado, si se dan por válidas estos chats de móvil, es que ambos quedaban continuamente para tratar negocios, charlar con empresarios y compartir comidas y cenas, invitaciones a palcos de estadios de fútbol...

Ya desde hace unos días pende de un hilo el futuro de García-Legaz. Sin embargo, desde el Gobierno se está intentando calmar los ánimos. Por ejemplo, el ministro del Interior, Jorge Fernández, Díaz, ha opinado que Legaz fue "imprudente" con el pequeño Nicolás. Pero dice que se impone la presunción de inocencia y que mientras no se demuestre lo contrario, tendrá la "convicción absoluta" de que Legaz actuó "con rectitud de intención, con buena fe y sin hacer nada que no debiera hacer".

Antes también le apoyaba su jefe de ministerio, Luis de Guindos, quien remitía a los comunicados de Legaz sobre su supuesta colaboración con el Pequeño Nicolás. En ese comunicado, su organismo, la secretaría de Estado de Comercio, se dijo que ningún responsable, ni el propio Legaz, habían realizado gestión alguna con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ni con ningún otro cargo o funcionario del Ayuntamiento de Madrid en relación con ningún tipo de licencia municipal, en alusión a Nicolás.

En otro comunicado, García-Legaz, señaló que había emprendido acciones legales contra el empresario Carlos Zapata que, en declaraciones al diario 'El Mundo', aseguró que mantuvo una reunión con él en su despacho del Ministerio de Economía, gracias a la intermediación del 'pequeño Nicolás'. Hoy, este periódico vuelve a la carga y publica que Legaz dijo a Nicolás que mediaría ante Botella para ascender al cabo municipal expedientado por el caso y que le llevó a Ribadeo.


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