“Debe haber un acuerdo con Grecia antes de la apertura de los mercados financieros el próximo lunes”. Estas fueron las palabras de la Canciller alemana ayer antes de comenzar la Cumbre de líderes de la UE y después de que la reunión del Eurogrupo terminase sin acuerdo. El tiempo se agota y estamos a cuatro días de que finalice la prórroga del segundo programa de rescate y que Grecia tenga que hacer frente a pagos al FMI por 1.600 millones de euros. Los ministros de Finanzas de la zona euro han vuelto a encargar a la Comisión Europea, al BCE y al FMI que analicen las últimas propuestas presentadas ayer por Grecia y que elaboren una oferta definitiva en la que se incluirían las reformas y ajustes exigidos por las tres instituciones para liberar los 7.200 millones de euros pendientes de desembolso del segundo rescate. Si la propuesta es aceptada por el Gobierno griego, el Eurogrupo podría darle el visto bueno el sábado en una reunión que ya está convocada. El fin de semana, probablemente el domingo, el Parlamento griego sometería a votación el acuerdo. Si es aprobado, solo quedaría pendiente la aprobación por parte de los países de la UE, que en algunos casos, como el de Alemania, conlleva a que sea aprobado por el Parlamento, votación que podría celebrarse el lunes. La Canciller alemana presiona para un acuerdo, a la vez que el presidente del Bundenbank muestra su oposición al aumento de la línea de liquidez de emergencia del BCE a la banca griega.
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