Si la semana pasada fue el BCE, ahora el turno es para la Reserva Federal. En su reunión de hoy y mañana no se espera que la institución suba los tipos de interés, pero el mercado, como siempre, analizará el comunicado en busca de pistas sobre cuándo decidirá dar el paso. Según CME Group, los operadores sólo ven un 7% de posibilidades de una subida en esta reunión y un 36% en diciembre. Para enero las posibilidades aumentan hasta el 43%. Ayer, el dato de venta de viviendas nuevas en septiembre no invita a la Fed a tener prisa. Las ventas cayeron a casi mínimos en un año tras dos meses consecutivos de subidas, lo que sugiere un enfriamiento en el sector, aunque se espera que sea de corta duración dado que otros informes han apuntado un panorama más alentador. De cualquier forma, a buen seguro el encuentro de la Fed no va a estar exento de discusiones. Recientemente dos gobernadores de la Fed mostraron públicamente su aparente desacuerdo con la visión de la presidenta de que la Fed probablemente debería elevar los tipos este año, interpretación que comparte el vicepresidente. Los gobernadores son miembros permanentes del comité de política monetaria de la Fed. Normalmente votan en sintonía con la presidencia y es inusual que la contradigan públicamente. La mayoría de los otros votantes de la Fed, con la notable excepción del presidente del banco en Chicago, que tiene un enfoque expansivo, han sugerido que ellos, como Yellen, apoyan una subida de tipos este año.
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