Llegó el día señalado como primera principal cita en este último mes de año. Hoy se verá si la comunicación del BCE a los mercados merece el aprobado y si los mercados, tomándola como buena, han descontado ya lo que pueda hacer. Las posibles actuaciones son varias: i) que baje otros diez puntos básicos más el tipo de depósitos hasta llegar al menos 0,3%; ii) que incremente el programa de estímulo cuantitativo de 60.000 millones a 70.000 o incluso 90.000 millones de euros al mes; iii) que extienda el programa más allá de su límite, que está fijado en septiembre del año que viene. Podría aplazarlo hasta diciembre de 2016 o marzo de 2017, iv) que mantenga la actual política monetaria hasta que la Fed tome una decisión. Esta última posibilidad es la menos probable, teniendo en cuenta los mensajes que se vienen dando desde la institución monetaria. Mientras tanto, desde la Reserva Federal también parecen insistir en enviar un claro mensaje a los mercados. Ayer, su presidenta declaraba que “esperaba con ansia” una subida de tipos de interés que sea vista como la evidencia de la recuperación de la economía. Aunque no indicó si espera que la subida se produzca en la próxima reunión, los días 15 y 16 de este mes, sí expresó su confianza en la economía estadounidense, señalando que el crecimiento del empleo durante octubre apuntaba a un mercado laboral más sano, aunque todavía no se podía hablar de fortaleza.
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