Los mercados esperaban más del BCE. Es lo que se puede deducir de la reacción que han tenido tras las decisiones adoptadas ayer por la institución. El BCE rebajó el tipo de los depósitos para estimular el negocio crediticio y avivar la inflación y anunció la ampliación de su programa de compra de bonos, pero el fuerte repunte del euro mostró que el mercado esperaba más medidas adicionales de estímulo. Su presidente anunció que el programa de compras no sólo incluiría deuda regional y municipal sino que se reinvertirían también las devoluciones de capital en este programa, sin especificar el volumen adicional que esta medida aportaría a las compras mensuales que suman actualmente 60.000 millones de euros. Draghi dijo que el BCE decidió no incrementar el volumen de compra de activos mensuales al considerar como suficientes el esquema actual y la reinversión de los pagos de capital. El programa de compra de activos se amplia y continuará "hasta finales de marzo 2017 o más allá si es necesario", para destacar que el objetivo del BCE es alcanzar una inflación ligeramente inferior al 2%. Previamente a la rueda de prensa, el banco central redujo su facilidad de depósito al -0,3% desde el -0,2% actual. El banco central ha reducido su proyección de inflación de 2016 y 2017 pero mantiene sus previsiones de crecimiento casi sin cambios. Pronostica una inflación del 1% para el próximo año, por debajo de la anterior proyección del 1,1% realizada en septiembre. Además, espera una inflación del 1,6% en 2017, también ligeramente por debajo del 1,7% proyectado anteriormente. Para 2015, la mantiene en el 0,1%.
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