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Ramón García y Carmen Sevilla en Nochevieja
Ramón García y Carmen Sevilla en Nochevieja (Foto: TVE)

El día que Andalucía se perdió 5 campanadas por la publicidad y otras pifias del fin de año

lunes 14 de diciembre de 2015, 17:30h
Tirar la capa de Ramón García por el balcón, confundir las campanadas con los cuartos, dar las campanadas en la mitad de tiempo o anunciar la entrada en 1964 en la Nochevieja de 1993 son algunas de las pifias televisivas que guarda la historia de los finales de año. La última más sonada, en 2015: Canal Sur se fue a publicidad en medio de las uvas.

Todo lleva ya horas y días planeado. Esa noche cochinillo, berenjena rellena, gambón o cigala, lo que sea. Y las televisiones y presentadores preparan sus especiales para introducirse en las pantallas de millones de españoles esa misma noche. Ruedan las apuestas por el que será el último anuncio del año, y el primero, claro. Cada uno con su ritual. Y los presentadores, con el suyo, porque ya se han convertido en parte de nuestra historia algunas de sus pifias en las campanadas de fin de año. Y si no tienes bastante con los kilos de comida ingerida en esa noche, ni con el postre que algún familiar ha elaborado, aún quedan doce uvas que comer a medianoche, y algunos no quieren que lo consigas tan fácilmente. Aquí va nuestro ranking con los errores más sonados:

1. Las no campanadas de Canal Sur. En 2015 se superaron todos los ranking existentes. Canal Sur había dado en toda la palma. Llegó la primera uva, y después la segunda. Le sucede la tercera y luego la publicidad. Sí, la publicidad. Miles de andaluces ese año compartieron las campanadas con un anuncio promocionando Jerez y perdieron 5 de las 12 campanadas. Porque cuando acabó el anuncio y volvieron las campanadas, ¡ya sólo quedaban 3! A los pocos minutos de terminar el fin de año, la red se inundó de grabaciones de las reacciones de las familias andaluzas ante esta injerencia publicista en sus hogares.

2. Y la capa de Ramón García voló. Y a pesar de que las campanadas salieron bien, la capa de Ramón García no tanto. Por eso la coloco en segundo lugar, porque para los que crecimos con esa capa, nos afectó muchísimo que Ana Obregón lanzase nuestra infancia por un balcón de la Puerta del Sol. Así ocurrió, en pleno éxtasis por la llegada del nuevo año, la actriz y bióloga pidió la capa el presentador para poder resguardarse del frío. Ramón se la cedió muy caballeroso, y Ana, en un alarde de españolidad, quiso colocársela haciendo un giro de capote. Y la capa voló balcón abajo. Y con ella ese símbolo tan de Nochevieja que caracteriza a “Ramonchu”. Lo pueden ustedes ver a partir del minuto 4:53:

3. De esto que te pones a hablar y… te dan las uvas. A quién no le ha pasado eso de ponerse a charlar y a contar batallitas y se te olvida qué andabas haciendo. Pues eso le ocurrió a Irma Soriano cuando presentaba las campanadas de la Nochevieja de 1994 en Antena 3. Aún estaba hablando cuando empezaron a sonar los cuartos y confundió las campanadas con los cuartos. Para Irma, la primera campanada era la novena. Así que cuando el resto de la península había entrado en 1994, ella aún iba por la tercera uva, sólo por delante de los canarios. No consciente de que aún seguía en directo, comenzó a mirar a los monitores que había debajo de las cámaras perpleja y replicó a su equipo que no había oído los cuartos, cuando se gira y se da cuenta que aún sigue en directo. Su rostro de sorpresa es para Goya.

4. Cuando pasamos de 1993 a, ¿1964? Qué pasa cuando juntamos a la alegre y a la locuaz Carmen Sevilla con José María Iñigo, aún con pelo. Carmen Sevilla comentaba y dedicaba cada uva a un motivo que se le venía por la cabeza en aquellas campanadas de 1993. La presentadora ya se quedaba sin motivos y se empezaba a notar: “¡y 10, para lo que queráis!”. Para cuando las uvas se acabaron y Carmen ya había dejado de dedicar campanadas, Iñigo felicitó el nuevo año: 1964. Sí, ¡1964! Y la presentadora le siguió con su efusividad característica, gritando la llegada del ‘nuevo’ año.

5. Tomarse las uvas… en la mitad de tiempo. Ese año o corrías, o no te tomabas las uvas. Las campanas sonaron en la mitad de tiempo en todas las cadenas. Un error en el reloj de la Puerta del Sol hizo que las campanas duraran tan sólo 17 segundos, de los 34 a los que estamos acostumbrados cada 31 de diciembre. Sí, aquel año en el que Raphael presentó las campanadas de la Nochevieja de 1996 junto a Rody Aragón. Ambos quedan atónitos. Hasta Raphael se vuelve hacia el balcón para saber si lo que oye es real y espera la reacción de su compañero. Todo ha fallado, pero hay que salir del paso: “¡feliz año nuevo!”.

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