Un fracaso con efectos limitados

El fracaso de la reunión de Doha marcó ayer la jornada. Además de dañar seriamente la credibilidad de la OPEP, su efecto en los mercados de materias primas fue inmediato, con los futuros del Brent llegando a caer hasta un 6% en las primeras horas de negociación. Las reacciones de algunas grandes firmas de análisis tampoco se han hecho esperar. Goldman Sachs estima que tras el fracaso, la media de los futuros del petróleo en Estados Unidos en este segundo trimestre será de 35 dólares por barril. Mantiene su pronóstico de 45 dólares en el cuarto trimestre y de 58 dólares en 2017, debido a que “los bajos precios del crudo en el corto plazo deberían llevar a los mercados petroleros hacia un mejor equilibrio”. Más allá del petróleo, pocas novedades. Desde la Fed, nuevas declaraciones reiterando la cautela de la institución de subir los tipos de interés porque aún quedan amenazas. En esta ocasión el funcionario que se ha pronunciado es el presidente de la Fed de Nueva York, miembro con derecho a voto permanente en el comité de política monetaria y aliado cercado de la presidenta Yellen. Y aquí en Europa, después de que la semana pasada el presidente del Bundesbank defendiese a Draghi frente a las críticas del Gobierno alemán, un miembro del banco central alemán instaba ayer al BCE a reestructurar a los “bancos zombies” que se están agobiados por excesivos préstamos incobrables pero que se mantienen vivos por razones políticas.