www.diariocritico.com
Álvaro Lorenzo muletea a su segundo novillito
Álvaro Lorenzo muletea a su segundo novillito (Foto: las-ventas.com)

San Isidro: las figuras de la novillería también nos toman el pelo con un encierro descaradamente chico

La lluvia suspende la corrida del martes 10 con De Mora, Juan Bautista y El Payo

martes 10 de mayo de 2016, 21:30h

La persistente lluvia obligó a suspender definitivamente la corrida del martes 10 en la que iban a actuar Eugenio de Mora, Juan Bautista y El Payo antes toros de El Vellosino. Lo que sigue es la crónica del festejo del lunes:

"¿Tú también, Bruto?". La histórica frase del dictador romano Julio César, hace más de dos milenios, al sentirse traicionado, bien podría aplicarse a lo acontecido en esta primera novillada del ciclo isidril. En la que tres cuidadísimos coletudos punteros, Álvaro Lorenzo, Ginés Marín y Varea, posiblemente las máximas figuras de su escalafón -que abandonan dentro de unos días para doctorarse-, también traicionaron las expectativas que habían despertado con un encierro de El Parralejo bochornosamente chico e inválido. "¿Vosotros, también, mimadísimas figuras?".

Los aficionados más inocentes se las prometías felices: los tres mandamases del escalafón novilleril se anunciaban juntos en Madrid: nos íbamos a hartar de ver toreo del bueno y olé. Los más veteranos entraron en el coso con cierto recelo: ¿por qué Álvaro Lorenzo, Ginés Marín y Varea no habían dado la cara en la cátedra después de varias temporadas completas en su categoría y sumando muchos festejos? Al final, como casi siempre con los taurinos, el refranero tenía razón: piensa mal y acertarás.

Porque los respectivos apoderados de los chavales -ellos, los coletudos, ni rechistan a las órdenes de quienes dirigen sus carreras-, a los que han llevado entre algodones huyendo del examen venteño hasta ahora en que ya tienen cerrados los carteles de sus alternativas -el próximo fin de semana en Nimes- les trajeron un comodísimo encierro, de la divisa de El Parralejo -por supuesto, sangre Domecq-, indigno de Madrid: sin hechuras ningunas incluso para alguna plaza de segunda categoría y aprobados cómplicemente por el equipo veterinario. Una complicidad a la que se sumó el usía por no devolver a corrales a algún otro que el tercerpo y porque se lastimó una mano.

Dulces algodoncitos para los poderdantes, que además acusaban flojeras -los bicornes, claro- casi desde que aparecían por chiqueros y que, tras simularle la suerte -o desgracia- de varas, llegaban a la franela como cadáveres semovientes, dando pena en lugar de dar miedo -que es o debería ser la esencia de la Fiesta, en teoría claro-. Mansitos y nobles hasta límites insospechados, ninguno de ellos provocó la más mínima emoción en el cotarro.

De modo que, una vez más, los taurinos hicieron valer el tópico de corrida de expectación, corrida de decepción. Naturalmente que la terna tiene clase, como ha demostrado en otros cosos y es más que seguro que la hubieran lucido en Las Ventas con un encierro acorde. Así, sobre todo Lorenzo y Varea, dentro del toreo posmoderno y ventajista, dejaron detallitos, volutas, de su bien manejar percal y flámula, sin que llegaran a prender fuertemete en el tendido.

A excepción de cuando Lorenzo, tras unas series estimables por ambos pitones al novillito que hizo cuarto, fue arrollado por éste, saliendo ileso y añadiendo después algún que otro apunte, por lo que salió una minoría de pañuelos en solicitud de un trofeo que no merecía. También Varea dejó alguna verónica de gusto y regusto y algún muletazo digno de destacar. Lo que ni siquiera logró un nervioso y poco acoplado Marín.

Da igual, ellos ya tienen su carrera novilleril cerrada y, respaldados por mentores con fuerza, capaces de traer e imponer este bochornoso encierro en Madrid, pronto iniciarán la que ojalá sea exitosa trayectoria como matadores. Pero en su historial, aunque no sea un borrón, sí quedará que fueron incapaces de dar la cara en la Monumental de la calle de Alcalá y que cuando lo hicieron defraudaron. "¿Vosotros también?".

Ficha del festejo

Novillos de EL PARRALEJO, muy mal presentados, mansos y descastadod aunque nobles y flojos; 3º, sobrero de JOSÉ VÁZQUEZ, en sustitución del de la divisa titular devuelto por inválido, de similar catadura. ÁLVARO LORENZO: silencio; vuelta con protestas. GINÉS MARÍN: silencio tras aviso; silencio. VAREA: silencio; palmas tras aviso. Plaza de Las Ventas, 9 de mayo. 4ª de Feria. Tres cuartos de entrada.

-CRÓNICA DEL FESTEJO ANTERIOR

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
3 comentarios