Semana de política monetaria

La posibilidad de que Reino Unido decida abandonar la UE es ahora la mayor preocupación para los gobiernos y funcionarios de los principales bancos centrales. Esta semana, además del Banco de Inglaterra, se reúnen la Reserva Federal y el Banco de Japón, y el “Brexit” será sin duda un elemento fundamental en la decisión que adopten. En el caso de la Reserva Federal, más allá del débil dato del mercado laboral del mes de mayo, la incertidumbre en torno al resultado británico es una buena justificación para que la Fed posponga la subida de tipos de interés y los mantenga sin cambios en esta reunión. En el caso del Banco Japón, la misma incertidumbre y prudencia le llevaría a mantener estable su política monetaria. No obstante, la presión sobre el Banco de Japón para actuar es mayor que en el caso de la Fed. El mayor problema para el Banco de Japón es la tendencia de debilitamiento de los precios, lo que está generando temores de que en el país se extienda la percepción de un nuevo período de deflación persistente, desalentado con ello a las empresas a aumentar los precios y paralizando la economía. El anuncio ayer de la agencia Fitch de que podría rebajar la calificación crediticia de Japón ante la preocupación por las reformas fiscales que lleva adelante el Gobierno tras anunciar el aplazamiento de la subida del IVA, sería una complicación más para las autoridades económicas del país, que además deben enfrentarse a la persistente apreciación que el yen desde comienzos de año.