Zapatero no se despega de Sarkozy, ahora para una asociación euromediterránea

   Los jefes de Gobierno español e italiano, José Luis Rodríguez Zapatero y Romano Prodi, junto con el jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, ofrecerán una rueda de prensa en la capital italiana, previa a una cena de trabajo, con la que pretenderán escenificar el comienzo de una nueva etapa de reflexión sobre cómo reforzar el ya existente Proceso de Barcelona, que no ha dado los resultados esperados.

   Dicho proceso, promovido por España y que la UE lanzó en 1995, se fijó la meta de crear en 2010 un área de libre comercio en la región. Hoy ya se admite que ha mostrado insuficiencias y que el Mediterráneo presenta en la actualidad una realidad distinta a la de 1995 que es preciso actualizar.  

   La iniciativa de crear una nueva asociación la lanzó Sarkozy, quien en su visita a España el 31 de mayo pasado habló de crear una Unión del Mediterráneo entre los países de la ribera sur de la UE con sus vecinos de la otra orilla. España acogió favorablemente la propuesta, si bien empleaba el adjetivo euromediterráneo para poner el acento en que el proyecto tendría que enmarcarse dentro de la UE.

   Ahora, España, Francia e Italia han aunado posiciones en torno a una nueva asociación euromediterránea que desarrolle proyectos concretos y cuente con la implicación de las instituciones europeas.

   Zapatero resumió durante la pasada cumbre hispano italiana en Nápoles la postura de España con respecto a la iniciativa de Sarkozy, favorable a una "nueva" asociación "más fuerte entre los países de la ribera del Mediterráneo".

   Eso sí, señaló, deberá respetar dos "principios esenciales".  "Ha de estar dentro de lo que representa la política general de la UE y, en consecuencia, en una plena relación, vinculación y trabajo conjunto con la Comisión Europea", señaló, además de perseguir "como objetivo central la sostenibilidad del Mediterráneo".

   Resaltó que será fundamental la "financiación" de la UE en proyectos concretos que contribuyan a reforzar ese espacio del Mediterráneo y aseguró que España, Francia e Italia están "empeñados en trabajar con la UE para revitalizar acciones" en el espacio mediterráneo, y en especial, en todo lo relativo a la "sostenibilidad" de la región y a la "reducción de las diferencias entre el norte y el sur".

   Prodi, por su parte, afirmó que los dos países quieren trabajar en "estrecha unión" y también con Francia en "iniciativas concretas" con los vecinos de la orilla sur del Mediterráneo y subrayó que la dimensión medioambiental debe tenerse más en cuenta en la política que los países europeos desarrollen en la región.

   El primer ministro italiano precisó que con la nueva idea no se estaba "desechando por completo" el Proceso de Barcelona, ya que España e Italia quieren contar con las instituciones europeas.

Prodi advirtió no obstante de que había que tomar nota de las "insuficiencias" demostradas por este plan.

  Por eso, explicó, hoy se habla de una "nueva estructura mediterránea" que fortalezca la actual y que tenga en cuenta una nueva realidad en la región, que difiere de la de 1995.