Impacto ambiental desde el cielo de Soto de Viñuelas

   El Soto de Viñuelas es considerado como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y como tal se prohíbe de forma expresa la utilización de aeronaves y vehículos a motor y la obligación de mantener en un estado de conservación favorable de los hábitats naturales.

   "En este caso, este estado de conservación queda claramente afectado por la instauración sobre las fincas del tráfico aéreo procedente del aeropuerto Madrid-Barajas en los términos que viene realizándose, con elevada intensidad de tráfico aéreo, asiduidad en el paso de aeronaves y niveles de emisión de ruido muy por encima de los valores límite fijados por la Ley", indica el informe.

   Asimismo, el Soto de Viñuelas está dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Según la Plataforma, que engloba a colectivos vecinales contra el ruido que emiten los aviones al pasar por sus municipios, esta consideración dispone que en esta zona "se debe limitar los impactos medioambientales, visuales o materiales, que puedan derivarse de la instalación o trazado de infraestructuras de cualquier tipo, así como la prohibición de emisión de ruidos, molestias y sobrevuelos a menos de 2.000 metros de altura".

Impactos de aves y olor a queroseno

   El portavoz de la Plataforma Ruido Noroeste, Pedro López, manifestó que los 300 aviones al día que sobrevuelan el Soto lo hacen a menos de 500 metros debido a la cercanía del aeropuerto. López indicó a Europa Press que el Ministerio de Fomento, responsable de Barajas, también incumple el apartado 7 del Parque Regional, "en cuanto a la utilización de megáfonos, destellos o cualquier instrumento de alto volumen que pueda alarmar a las aves".

   El informe encargado por los vecinos del Noroeste de Madrid determina que la Administración también incurre en la legalidad porque el Soto de Viñuelas pertenece a la Red europea Natura 2000 y se constituye como una de Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA), "una categoría que le debería obliga a prohibir molestar a las especies en peligro de extinción de la zona y la obligación de garantizar la calidad de los enclaves de nidificación".

   En este sentido, el portavoz de la Plataforma destacó que en el último año en la zona se han producido seis impactos de buitres o águilas imperiales, especie en peligro de extinción, con aviones y fugas continuas de queroseno relacionados con estos choques.  "Son aves pesadas y si se introducen en el motor de la aeronave, el avión debe efectuar un aterrizaje de emergencia. Entonces, el piloto tira todo queroseno porque no debe llegar aterrizar lleno de combustible. Esto tiene consecuencias en la seguridad de los viajeros, así como en el medio natural, al quedar impregnada todo la zona de carburante", agregó.

Cambio de rutas

   López señaló que los supuestos incumplimientos ambientales comenzaron en julio de 2005, con la aplicación del aeropuerto de Barajas. Según explicó, en ese momento se cambiaron las rutas aéreas, que antes pasaban por el Goloso, "y se echaron encima, por intereses urbanísticos, de Tres Cantos, San Sebastián, Colmenar Viejo, Soto del Real y Bustarviejo, sin realizar un estudio previo de impacto ambiental en la zona".

   La Plataforma recordó que denunciaron estos hechos ante el Parlamento Europeo a principios de este año y planteó como solución que los aviones sobrevuelen por el valle del Jarama "que sería su cauce natural, siempre y cuando allí no se deje construir".

   "Barajas es el aeropuerto que está mas cerca del núcleo urbano de toda Europa, y es el que más molesta, a los ciudadanos y a las aves. Además, en vez de optar por construir otro nuevo, alejado de las poblaciones, como en Londres, aquí ampliaron el existente", concluyó el portavoz de la asociación vecinal antirruido.