El joven canterano blanco Marcos Llorente se suma a la historia de los indios y vikingos que cambian de bando. El centrocampista ha fichado oficialmente este jueves por el Atlético de Madrid tras varias semanas de coqueteo con el club rojiblanco.
Llorente, fruto de una estirpe de madridistas como su padre Paco Llorente, su tío Julio Llorente, su abuelo Ramón Grosso y su tío-abuelo Paco Gento, ha descartado finalmente continuar en el Real ante la falta de oportunidades que le ofrecía Zidane desde que era entrenador, dicen las malas lenguas que a raíz de una vieja enemistad entre ambos por un comentario que Marcos habría hecho de joven contra el hijo de Zidane, Enzo Zidane, cuando el francés era el entrenador del Castilla.
El Madrid ya le había indicado a través del técnico galo que no tenía hueco para la próxima temporada, ya que el club está realizando una serie de fichajes de élite para renovar la plantilla y no tendría oportunidades. Sin embargo, la entidad blanca no quería ni oír hablar de una marcha al rival de la ciudad, el Atleti, pero finalmente ha cedido ante las reiteradas peticiones del jugador y sus familiares, que han presionado para que le dejasen triunfar en Madrid, ya que no quería cambiar de ciudad y su círculo de confianza.
El Madrid pedía por Llorente 50 millones, pero se estima que este fichaje, para las próximas 5 temporadas, habría superado sólo los 40 millones, habiendo pactado otras condiciones económicas entre ambos clubes, que mantienen excelentes relaciones institucionales pese a la rivalidad deportiva evidente.
El joven centrocampista, de 24 años, viene para ser el sustituto de Rodrigo en la posición de pivote, ya que Simeone confía en él para darle el relevo.
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