El llamamiento del Papa Francisco desde Lesbos: "Detengamos este naufragio de civilización"

Cinco años después de su primera visita, el Papa Francisco ha regresado a la isla griega de Lesbos, y ha vuelto a hacer un llamamiento a los dirigentes políticos para poner fin "a este naufragio de civilización", tras recordar que "la migración es un problema mundial que nos concierne a todos".

El Papa conoció de primera mano la cruda realidad de los migrantes en el campo de Moria, y cinco años después ha vuelto a isla de Lesbos para acercarse a los refugiados y constar que "poco ha cambiado" respecto a la cuestión migratoria.

"Reconozco el compromiso en la financiación y construcción de dignas estructuras de acogida y agradezco de corazón a la población local por todo el bien que ha hecho y los numerosos sacrificios que han aceptado. Pero debemos admitir amargamente que este país, como otros, está atravesando actualmente una situación difícil y que en Europa sigue habiendo personas que persisten en tratar el problema como un asunto que no les incumbe. Y, ¡cuántas condiciones indignas del hombre! ¡Cuántos puntos críticos donde los migrantes y refugiados viven en situaciones límite, sin vislumbrar soluciones en el horizonte! Es triste escuchar que el uso de fondos comunes se propone como solución para construir muros", ha manifestado el Pontífice.

El Papa ha afirmado que la migración es "un problema del mundo, una crisis humanitaria que concierne a todos" y que la pandemia "nos ha hecho sentirnos a todos en el mismo barco y experimentar lo que significa tener los mismos miedos".

"La historia siempre nos ha enseñado pero aún no hemos aprendido que para orientar el futuro hacia el bien son necesarias políticas más amplias y no acciones unilaterales. Debe terminar el continuo rebote de responsabilidades, que no se delegue siempre a los otros la cuestión migratoria, como si a ninguno le importara y fuese sólo una carga inútil que alguno se ve obligado a soportar".

En su discurso, el Papa ha rechazado los "muros ya que no es levantando barreras como se resuelven los problemas y se mejora la convivencia, sino uniendo fuerzas para hacerse cargo de los demás según las posibilidades reales de cada uno y en el respeto de la legalidad, poniendo siempre en primer lugar el valor irrenunciable de la vida de todo hombre".

Según ha señalado, es necesario afrontar las causas de la crisis migratoria y no culpar a "las personas que pagan las consecuencias y son usadas como propaganda política".

"Detengamos este naufragio de civilización"

"Miremos el rostro de los niños. Hallemos la valentía de avergonzarnos ante ellos, que son inocentes y son el futuro. Interpelan nuestras conciencias y nos preguntan: ¿Qué mundo nos quieren dar?. No escapemos rápidamente de las crudas imágenes de sus pequeños cuerpos sin vida en las playas", ha manifestado.

El Papa ha lamentado que el mar Mediterráneo se ha convertido en un "frío cementerio sin lápidas, cuando durante milenios ha unido pueblos diversos y tierras distantes".

"¡No dejemos que el 'mare nostrum' se convierta en un desolador 'mare mortuum', ni que este lugar de encuentro se vuelva un escenario de conflictos! No permitamos que este “mar de los recuerdos” se transforme en el “mar del olvido”. Detengamos este naufragio de civilización", ha proclamado.