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Trabajadores de residencias de mayores denuncian falta de personal y pruebas diagnósticas

Trabajadores de residencias de mayores denuncian falta de personal y pruebas diagnósticas
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(Foto: Pixabay)
Por MDO
lunes 03 de enero de 2022, 09:01h
Lidia Núñez Alañón (MDO)

Los trabajadores de residencias de mayores privadas y concertadas reivindican más pruebas diagnósticas y refuerzo de personal ante el aumento de los contagios en las últimas semanas. Comisiones Obreras denuncia que los residentes habían sido confinados como única medida de contención ante la falta de test de antígenos.

“La dirección de la residencia tuvo que confinar a todos los residentes en sus habitaciones, fueran positivo o no, y cerrar la residencia a familiares y público”, cuenta Marisa (nombre ficticio), trabajadora de una residencia pública de gestión privada de la Comunidad de Madrid. “Era imposible conseguir test, llamamos a Salud Pública, a hospitales… Pero no lo conseguimos” relata.

Esta falta de pruebas diagnósticas se produjo durante el fin de semana de Nochebuena y Navidad que, al coincidir con días festivos, dificultó aún más su obtención. Desde el comité de empresa propusieron comprar los test directamente en la farmacia, algo que aceptó la dirección en un principio pero que finalmente desestimó, por lo que Marisa considera “cuestiones económicas”, ya que cada test costaba alrededor de siete euros. “Esto es un negocio, no se mira por las personas solo por el dinero” apunta esta trabajadora al hablar de las residencias de gestión mixta.

Una vez transcurrido el fin de semana, el pasado lunes 27 la Dirección General del Mayor dotó de pruebas a la residencia. “Nos dieron bastantes, pudimos hacer el cribado a los residentes y trabajadores, lo que confirmó todavía más positivos”, explica Marisa. Sin embargo, la provisión de test ha sido efímera, Marisa asegura que tienen pruebas pero no las “suficientes” para cumplir con el nuevo protocolo que ha aprobado la Comunidad de Madrid en materia de residencias para frenar los contagios.

Un protocolo “insuficiente” para las residencias

Según estas nuevas directrices, en los centros sociosanitarios -que incluyen residencias, centros de día y de atención a personas con discapacidad- se realizará un cribado semanal al personal vacunado y dos o tres pruebas cada siete días para aquellos que no tengan la pauta de vacunación. Además, aquellos trabajadores que hayan estado en contacto estrecho con un caso positivo no tendrán que hacer cuarentena, en su lugar se hará un seguimiento durante los 10 días posteriores al contacto, con al menos dos pruebas.

Según fuentes de la Consejería de Política Social, consultadas por este diario, desde la administración se “está dotando de este material a las residencias, en estos días hemos entregado hasta 175.000 test de antígenos”. Desde Política Social aseguran que el reparto está llegando a las residencias por lo que los problemas pueden ser “puntuales, no generales".

Aunque Marisa reconoce que “sí tiene pruebas, estas llegan con cuentagotas”. “Lo que nosotros reivindicamos que se están haciendo pruebas gratuitas en hospitales mientras que en residencias con personas vulnerables faltan este tipo de pruebas” reclama la trabajadora.

En cuanto al protocolo aprobado por la Comunidad de Madrid, no determina ninguna norma que restrinja las visitas a estos centros sociosanitarios, por lo que la decisión queda en manos de la dirección de cada centro. “En la mía se han cortado las visitas, pero sé que hay residencias en las que hay muchos casos y no han cerrado visitas. En estos días son masivas y están metiendo el virus en las residencias”, afirma Marisa con preocupación.

Ausencia de personal que agrava la situación

Los contagios no solo afectan a los residentes sino también al personal. “Nosotros tenemos un contacto muy estrecho con los residentes, los lavamos, levantamos, damos de comer…” explica Marisa, lo que aumenta el riesgo de contagio: “A los trabajadores que dan positivo se les manda a casa, por lo que nos estamos quedando sin personal”. Este es otro de los problemas que los trabajadores de las residencias ponen sobre la mesa.

En un mes donde la contratación de nuevo personal se complica, unido a la tasa de positivos, hace que las residencias tengan carencias en cuanto al personal. No solo hay escasez de auxiliares, sino también de enfermeras y médicos. “Hay turnos sin enfermeras, incluso las auxiliares hacemos las pruebas diagnósticas porque no hay personal”, relata Marisa.

Una problemática que unido a la falta de pruebas diagnósticas pone en peligro la adecuada asistencia a los mayores en las residencias. “Este problema es algo generalizado, hay residencias donde no existe personal suficiente, ni médicos y enfermeras e, incluso, donde trabajan sin EPI (Equipos de Protección Individual)”, narra Marisa.

Una ola con menos muertes pero con secuelas psicológicas

El único “aliciente” que tienen estos trabajadores es el de saber que hay menos muertes en esta sexta ola. “Lo estamos tratando como un catarro más”, apunta Marisa. Sin embargo, las consecuencias del virus no se limitan a lo físico, las secuelas psicológicas son cada vez mayores especialmente entre la tercera edad cuando el sentimiento de soledad se incrementa.

“Confinarles de nuevo en su habitación les hace volver a los meses tan duros que pasaron en marzo. Les afecta muchísimo psicológicamente”, explica la trabajadora. Para aquellos residentes en mejores condiciones, se entristecen pero logran entender la situación, sin embargo, aquellos con deterioro cognitivo no son conscientes de que hay un virus y no entienden por qué no pueden salir.

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