La Policía de Texas admite un error fatal durante el tiroteo

Se van conociendo más detalles del trágico tiroteo del pasado miércoles en el que un joven de 18 años irrumpió en una escuela primaria de Texas y asesinó a 19 alumnos y 2 profesoras. En las últimas horas se empezó a cuestionar la actuación policial por la tardanza de su intervención y ahora las autoridades texanas han admitido un fallo de calado en el momento de los hechos.

El director del Departamento de Seguridad Pública del Estado, Steven McCraw, ha admitido en rueda de prensa que fue un error no derribar la puerta donde el asesino se atrincheró, pues los policias que acudieron a la escuela esperaron a que llegase el conserje con las llaves. Una decisión "incorrecta" de la que ha culpado directamente al máximo responsable policial en el operativo, que estaba en el colegio durante la operación.

El jefe del operativo policial pensó que no había más niños en peligro

En la comparecencia de prensa McCraw ha repasado paso por paso toda la actuación policial desde que recibieron las primeras llamadas de auxilio hasta el final del operativo.

Ha detallado como los policías y el agresor, Salvador Ramos, se dispararon mutuamente a la llegada de este a la escuela y acabó atrincherándose en un aula. Poco después comenzaron a recibir llamadas alertando de varios muertos en el interior del aula donde se había encerrado y que todavía "había 8 o 9" con vida.

Error "sin excusa"

Pero según el relato ofrecido por McCraw, el jefe del operativo policial cambió el protocolo después de escuchar varios disparos más y corroborar que los únicos disparos que el atacante estaba haciendo ya se dirigían a la puerta cuando los agentes intentaban acceder. En ese momento creyó que no había ya nadie vivo dentro y pasó a considerar a Ramos "sospechoso atrincherado" en lugar de "atacante activo".

Por ello ordenó a los agentes esperar a que vinieran con la llave y a refuerzos bien equipados para acceder en lugar de derribar la puerta, una acción que expondría a su equipo. Al suponer que ya no había más niños en peligro consideró no arriesgar las vidas de los agentes que estaban en la escuela en esos momentos.

"Obviamente, sí que los había y el atacante seguía activo. Fue la decisión incorrecta y no hay ninguna excusa que valga", ha lamentado McCraw.

Esperaron durante una hora a los refuerzos y cuando entraron abatieron a Ramos, que disponía de 60 cargadores y más de 1.000 cartuchos. En el aula encontraron ya los cuerpos sin vida de 19 niños y 2 profesores, aunque también pudieron rescatar a algunos con vida.

La intervención policial está siendo duramente criticada por la sociedad estadounidense y el gobernador de Texas Greg Abbott aboga por una investigación policial "a fondo" para esclarecer todo lo ocurrido.