¿Y el PSOE de Madrid?
lunes 10 de marzo de 2008, 17:34h
¿Es Madrid de derechas? Así lo parece a la vista de los datos. ¿Lo ha sido desde siempre? No, se va derechizando, lenta pero constantemente. ¿Cuál será el techo del PP de seguir la tónica de los últimos 20 años? Se desconoce pero es prácticamente seguro que durante mucho tiempo los socialistas tendrán que olvidarse de la posibilidad de tener un alcalde en la capital o un presidente de la Comunidad.
No son meras conjeturas. Veamos una comparativa de los datos de las generales habidas desde 1986. El PP entonces consiguió 826.206 votos, que subieron a 919.357 tres años después; a 1.373.042 en 1993, y a 1.642.489 en 1996. En el año 2000 los populares perdieron 15.000 votos hasta situarse en 1.625.831 para sufrir su mayor caída en 2004 cuando tan sólo tuvieron 1.576.636 votos, una cifra prácticamente similar a los 1.577.926 que obtuvo Esperanza Aguirre en las últimas autonómicas de 2007. Tras este paréntesis, el PP ha obtenido en estas elecciones casi 147.000 votos más hasta alcanzar 1.723.370 votos, techo, de momento, del PP en la Comunidad en toda su historia.
Frente a este crecimiento imparable, los socialistas han jugado más al subibaja. De los 1.054.730 votos obtenidos en las generales de 1986, bajaron tres años después hasta su mínimo histórico -899.723- para volver a retomar posiciones por encima del millón pero sin llegar al 1.100.000 en las tres convocatorias siguientes: 1.093.015, 1.046.904 y 1.023.212. Las circunstancias que se vivieron durante las elecciones de 2004, tres días después de que Madrid se convirtiera en una ciudad mártir del terrorismo, se dejó notar en la subida del número de votantes del PSOE en la Comunidad hasta los 1.544.676, cifra que ahora se ha reducido a 1.377.996.
A la vista de este crecimiento que le ha permitido al PP madrileño crecer un 62% en 22 años, el doble de lo que ha crecido el PSOE, habría que preguntarse dónde cosecha el PP sus nuevos votos. Evidentemente, de una clase media que en los años cincuenta, sesenta y setenta del pasado siglo, ante la imposibilidad de residir en la capital, tuvo que desplazarse a unos municipios que, tras la llegada de la democracia, comenzaron a convertirse en auténticas ciudades. Las fuertes inversiones realizadas por la Comunidad en cumplimiento de su obligación, unidas a una machacona y no siempre fundada afirmación de que el Gobierno central tiene abandonada la Comunidad, ha conseguido que muchos de quienes han mejorado su situación personal y su entorno agradezcan por igual el desvelo municipal de sus gobernantes de izquierdas, votándoles en las municipales, que los hospitales, el metro, los palacios de justicia o los agentes de las BESCAM que les ponen responsables autonómicos.
Este difícil equilibrio, sin embargo, suele terminar por inclinarse hacia el poder autonómico, mucho más fuerte que el municipal, y por extensión hacia el partido que detenta aquél, es decir el PP. Sólo así se entiende que el PP haya crecido en estas elecciones nada menos que 72.000 votos en la veintena de municipios que tienen más de 20.000 habitantes y que tal crecimiento haya coincidido con una bajada de más de 69.000 sufragios por parte del PSOE en los citados municipios. Si tenemos en cuenta toda la Comunidad, el PP ha ganado 146.734 votantes mientras los socialistas han perdido 166.680 votos con respecto a hace cuatro años. Y eso que IU se ha dado la gran costalada al haber perdido 61.476 votos, la cuarta parte de su electorado de 2004 en la Comunidad. Claro que la Unión Progreso y Democracia de Rosa Díez ha saltado a la palestra con 131.242 votos, que pertenecerían a los tres partidos mayoritarios.
Frente a este crecimiento continuo del PP en los municipios de la corona metropolitana, en Madrid capital podría afirmarse que ya se ha consolidado el techo electoral en poco más de 900.000 personas. Los populares que obtuvieron 642.669 votos en 1986 y 696.085 tres años después, saltaron la barrera de los 900.000 en 1993 y de ella el PP sólo se ha movido en 1996 cuando alcanzó los 1.054.858 votos -cifra record en la capital- y en 2004 cuando descendió a 893.135 sufragios. El resto de convocatorias, incluida ésta última, ha estado entre los 920.000 y los 975.000 votos. Este techo electoral del PP es incluso superior al consiguido por Alberto Ruiz-Gallardón en las elecciones municipales de 2003 y 2007 -874.264 y 875.571 votos- al igual que pasa en la Comunidad donde los 1.723.370 votos conseguidos el pasado domingo superan los 1.346.588 votos obtenidos por Esperanza Aguirre en 2003 y los 1.577.926 sufragios de 2007.
Hay otro dato que los analistas del PP estudiarán sin duda: los populares pierden votos con respecto a las elecciones de 2004, en los distritos de la almendra como Centro, Chamberí, Latina, Salamanca, Retiro, Moncloa-Aravaca, Chamartín, Ciudad Lineal o Moratalaz mientras suben, en algunos casos bastante, en distritos tradicionales de izquierdas como Carabanchel, Puente de Vallecas, Usera o Vicálvaro. ¿Significa eso que los tradicionales feudos del PP están ya saturados? ¿supone una llamada de atención de quienes se sienten los cimientos del partido y a lo mejor se consideran discriminados? ¿se puede afirmar que la equiparación de numerosas localidades a la capital ha acabado con el concepto de "cinturón rojo"? La explicación podría ser la suma de todos.