No solamente Panamá, sino algunos países al norte del istmo, comparten la negativa de que la carretera interamericana se termine, y las Américas estén comunicadas desde el cabo de Hornos hasta Alaska.
Entre otras razones de peso, Estados Unidos aduce que la frontera selvática del Darién es el mejor método de impedir que la fiebre aftosa se extienda hasta llegar a sus hatos. Panamá, y prácticamente todos los países al norte, está libres de aftosa.
Esta semana pasada el gobierno colombiano volvió a insistir en la terminación del tramo que uniría los dos continentes –norte y sur- del que solamente faltan unos 260 kilómetros. Cada cierto tiempo los colombianos tratan de que la carretera interamericana sea terminada, pero Panamá se niega a tal proyecto.
A la posibilidad de una epidemia de aftosa, los países de Centroamérica y Estados Unidos prevén la posibilidad de que la facilidad de penetrar en territorio panameño produzca olas de violencia, terrorismo, guerrillas y migración de delincuentes hacia sus países.
La negación del gobierno panameño se comunicó a través de su ministro de Gobierno y Justicia, quien se limitó a decir que el proyecto no estaba en los planes del presidente Torrijos.
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