Para hacer encuestas políticas y publicarlas, las empresas deben estar registradas en el Tribunal Electoral (TE). Aquellas que no lo están, como DOXA, que recientemente hizo y publicó una encuesta en la página web de Alberto Vallarino, pueden ser sancionadas.
Sin embargo la publicación de los resultados de la última encuesta de Sigma Dos, una empresa de larga data y varios aciertos sobre resultados electorales, que además está registrada en el TE, es objeto de análisis e investigación por el organismo rector electoral. Los resultados de Sigma Dos no se discuten y fueron producidos por una técnica de creíble metodología: urna.
Pero el formato de publicación de la encuesta parece manipular e inducir simpatías a favor del candidato Juan Carlos Navarro, que hacía solo dos semanas se encontraba unos 20 puntos porcentuales por debajo de Balbina Herrera, la contrincante que le quita sueño y tranquilidad, además de potenciales donantes. Las encuestas permiten a los candidatos atraer apoyo financiero para sus campañas. Nadie apuesta por un perdedor, y las encuestas orientan a la comunidad en forma veraz, e impiden las especulaciones, las mentiras y la manipulación por parte de los candidatos.
Junto al resultado de la encuesta Juan Carlos Navarro anunció la alianza con Ernesto Pérez Balladares, expresidente y candidato derrotado por Balbina Herrera en las elecciones del Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Democrático (PRD). Dos días después Navarro asistió –sin invitación- a una gira del presidente Torrijos a la provincia de Veraguas, para dar a entender que la alianza con Pérez Balladares no irritaba al presidente, distanciado de éste hace varios años.
El presidente Torrijos es también secretario general del partido, y su apoyo a un candidato en especial -aunque prohibido y por eso solapado- es importante, aunque no determinante, en el resultado de la elección del precandidato del partido a las elecciones generales de mayo de 2009.
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