Entre enero y mayo el IMAE se incrementó en más de 8 por ciento, para marcar el sostenido crecimiento de la economía panameña. A pesar de las tres crisis que afectan la economía mundial -la energética, la alimentaria y la económica- y la inflación que padece Estados Unidos, la economía panameña presenta un aspecto robusto y saludable, y los expertos señalan que se mantendrá invariable por lo menos 10 años más, a menos que la economía mundial colapse.
Los sectores que mostraron mayor crecimiento fueron la construcción y la explotación de minas y canteras. La industria inmobiliaria sigue su veloz crecimiento, principalmente por los proyectos en la ciudad de Panamá, y las expectativas por el desarrollo de los nodos urbanos del noreste de la capital.
La extracción de material no ferroso en las minas del interior y los servicios de diversión y esparcimiento también aportaron divisas al Producto Interno Bruto (PIB), principalmente por lo ingresos generados por las salas de juegos de suerte y azar, la Lotería Nacional de Beneficencia y el Hipódromo Presidente Remón.
La Zona Libre de Colón sostuvo su ya tradicional dinamismo en la actividad comercial, al igual que los comercios internos, minorista y mayorista. Pero el tonelaje que cruzó el Canal de Panamá siguió su tendencia a la disminución, aunque el aumento de los peajes mantiene los números en negro. La única nota negativa la dio el sector agropecuario, impactado por el clima planetario, la deficiente comercialización y la disminución de las cosechas de banano, melón y piña.