José Tomás recibe al alta... hospitalaria, pero no reaparece

El matador de toros José Tomás, herido de gravedad el pasado domingo en la plaza de El Puerto de Santa María (Cádiz), recibió el alta clínica en la tarde de este martes y continuará la rehabilitación en su domicilio particular, donde ya descansa este miércoles.

Es un alta sólo hospitalaria, pero no definitiva hasta que pasesn un mínimo de entre siete y diez días, por lo que, aunque la idea del coletudo es cumplir su compromiso en Málaga el día 20, no es seguro y quizás haya de esperar dos días hasta el 22 en Cuenca.

El doctor Julio Mendoza, que l eoperó en el coso de Puerto de Santa María,  constató la buena evolución de las heridas sufridas por el torero y consideró que éste puede continuar su recuperación fuera de la jerezana clínica Los Álamos, donde estuvo ingresado desde el domingo.

Por su parte, Cayetano Rivera Ordóñez sigue ingresado en la Clínica Santiago de la capital altoaragonesa, donde fue trasladado una vez atendido en la Plaza de Toros de Huesca de una grave cornada que sufrió este lunes durante la tercera corrida de la feria taurina de San Lorenzo, cuando al salir del segundo intento de estocar al sexto toro de la tarde fue cogido en el glúteo.

La grave cornada le mantendrá alejado de los ruedos durante un tiempo que el cirujano jefe del coso taurino oscense, José Luis Gracia Abadías, no pudo determinar, ya que según dijo, dependerá de la evolución y de la capacidad de recuperación. Así lo indicó el facultativo en un encuentro con los medios de comunicación tras realizar una nueva cura al diestro. "Es posible que mañana pueda reintegrarse a su medio familiar y social, pero al trabajo no será mañana, lo dirá la evolución".

Cornada de tomo y lomo

El cirujano informó de que este martes finaliza el tratamiento con los antibióticos de uso general y añadió que "el torero está cómodo, pero con una gran supuración en la herida", que según su valoración podría haber sido muy seria "si hubiera habido el típico baile del torero sobre el cuerno, entonces hubiera sido un desastre". Aún así, el facultativo dijo que la cornada había sido de "tomo y lomo".

Especificó que el cuerno del toro penetró por la zona sacrocoxígea, "provocando un agujero cutáneo de 8 centímetros, más una trayectoria de 12 centímetros, lo que supone una cornada de 20 centímetros, afortunadamente no es una zona de estructuras".

Gracia Abadías explicó que, junto a su equipo médico realizó un taponamiento en la herida para prevenir hemorragias y mantener la zona drenada. "Se trata de heridas que los cirujanos taurinos raramente cosemos, ya que existe una gran abrasión, se contunden los tejidos y se provoca supuración, no podemos coser, al contrario la base de la cirugía taurina es drenar". El cirujano concluyó afirmando que "si no hay complicaciones no pasará nada".