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Sin Manu y con el Chapu en una pierna

Con coraje y calidad la Generación Dorada consiguió el bronce

Con coraje y calidad la Generación Dorada consiguió el bronce

domingo 24 de agosto de 2008, 16:49h
Una vez más el básquet dio un ejemplo de lo que es querer una camiseta, y dejando el alma en la cancha y con la jerarquía que nos tiene acostumbrados le ganó a Lituania y consiguió una medalla que es de bronce, pero que en realidad si habría que cotizarla vale mucho más que eso.
Para entender lo que significa para esta generación dorada el dar todo por los colores basta solamente con contar lo que hizo su máxima estrella antes de comenzar el partido: Ginóbilli se resintió de su lesión en el tobillo izquierdo ante Estados Unidos y tuvo que ver desde el vestuario casi todo el encuentro. Luego llegaron las idas y vueltas con la gente de San Antonio y la bronca de todos por no poder contar con Manu en el encuentro con el bronce. Pero, lo increíble fue que el jugador en silencio intentó jugar en el partido ante Lituania, y lloró de impotencia dentro del vestuario, tras comprobar en la entrada en calor que su lesión le impedía actuar.

‘Manu’ arribó al Olympic Basketball Gymnasium y, silenciosamente, comenzó a vestirse con su uniforme, se colocó vendas en sus tobillos, las medias, las zapatillas y la camiseta.

“Nadie le dijo nada, nadie quiso preguntar. Sólo el médico me dijo que él iba a intentarlo y lo hizo”, relató el entrenador del seleccionado nacional, Sergio Hernández.

El capitán argentino probó y no pudo. Durante diez minutos ensayó distintos movimientos con su tobillo izquierdo, durante la entrada en calor con sus compañeros, pero el dolor lo perturbó todo el tiempo. La lesión no lo dejaba participar.

“Estaba muy dolido por no poder jugar, estaba peor anímicamente que físicamente. Pero después de ver lo que hicieron los chicos me siento muy feliz, como si hubiese jugado”, expresó Ginóbili, luego de observar el triunfo argentino desde el banco de relevos.

La impotencia invadió en esos instantes a la estrella argentina de los San Antonio Spurs, que no pudo contenerse y lloró dentro del vestuario.

“Pobre ‘Manu’, estaba muy mal. Pero verlo llorar por nosotros nos motivó mucho más y, por eso, todo este triunfo es para él”, expresó el alero Andrés ‘Chapu’ Nocioni.

Por su parte, el técnico Hernández manifestó que “es probable que haya sido un estímulo salir al campo de juego después de haber visto a Ginóbili llorar en el vestuario porque no podía jugar”.

Por si algo le faltaba a este equipo, otra de sus estrellas el Chapu Nocioni estaba en una pierna y muchos dudaban sobre si iba a poder estar en la cancha por el bronce. ¿Y como respondió el Chapu? Realizando su mejor actuación del certamen, robando pelotas, luchando cada rebote ante rivales con mucho más físico, tirándose de cabeza en la búsqueda de conseguir la pelota y aportando tantos claves para el equipo.

Con ese panorama Argentina salió a jugar ante una Lituania, que, erróneamente, pensó que esos contratiempos iban a disminuir al conjunto argentino, demostrando un total desconocimiento sobre el amor propio con el que cuenta la Generación Dorada.

Es por eso que a muchos les sorprendió que Argentina ganara de punta a punta, e inclusive llegara a sacar más de veinte puntos de ventaja, pero no a ellos,  que salieron convencidos a la cancha que no se iban a ir de Beijing sin una medalla colgada en su pecho.
Con una defensa firme Argentina sorprendió a Lituania, que esperaba no contar con oposición alguna, pero si a esa marca, le agregamos una conducción brillante de Prigioni –con exquisitas asistencias- un Delfino intratable, que demostró que está entre los mejores del mundo, el coraje del Chapu Nocioni, un Scola que no hay calificativos para describirlo, ya que a su sentimiento por vestir la camiseta se agrega la capacidad para defender y para anotar, más un Oberto que cumplió en su misión de luchar ante pivotes más grandes, impusieron un juego en equipo que caracteriza a esta generación desde hace más de diez años.

El conjunto que conduce Sergio Hernández se fue ganador del primer cuarto por 24-21, pero luego se quedó y los lituanos pasaron a imponerse por 27-26 cuando transcurrían tres minutos del segundo parcial.

Entonces, ingresó Paolo Quinteros en el conjunto nacional y pareció cambiarle la cara, con buen manejo y circulación del balón, para que en sólo dos minutos, Argentina metiera un parcial de 8-0 y recuperara el liderazgo del partido por 35-27.

Lituania, en tanto, erró bastante en sus intentos al aro, fundamentalmente, porque sus jugadores pocas veces pudieron tirar con comodidad, debido a la buena defensa de los argentinos. Así, el equipo de Hernández se fue ganando al entretiempo por 46-34.

No solo Quinteros fue clave con su ingreso desde el banco, ya que Leo Gutiérrez aportó triples claves para desanimar a los lituanos que no sabían que hacer ante la garra argentina. Quizás acá podamos encontrar una crítica para realizarle al entrenador, ya que Paolo y Leo demostraron en este encuentro que podrían haber jugado más tiempo en el certamen, y darle un poco más de descanso a los titulares.

Lo del tercer cuarto fue único. Argentina directamente borró de la cancha a su rival y
le sacaron una diferencia de 24 ante el asombro general.

El cansancio y la vergüenza deportiva de Lituania, que salió a jugarse el todo por el todo en el último cuarto puso en apuros la ilusión del bronce. Lituania achicó la diferencia y se colocó a once de diferencia, con el agregado que Scola tuvo que dejar la cancha por llegar a su quinta falta personal.
Pero una vez más afloró ese coraje característico de estos gladiadores, y hubo una jugada que graficó todo: primero el Chapu Nocioni se tiró de cabeza para robar el balón y en la continuidad de la acción fue Delfino el que también se tiró de palomita para conseguirlo.
Finalmente el 87-75 puso las cosas en su lugar y estos verdaderos hombres se llevan un bronce que para todos nosotros tiene un valor mucho más alto de lo que indica el color de la medalla

Nocioni: "Este equipo se sobrepone a cualquier cosa"

Andrés Nocioni festejó la medalla de bronce que obtuvo el seleccionado argentino de básquetbol en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 hasta abrazándose con los periodistas y se encargó de remarcar que “este equipo se sobrepone a cualquier cosa”.

“Este equipo se sobrepone a cualquier cosa. Nosotros vinimos acá con la mentalidad de una medalla. Lamentablemente se nos escapa el primer partido sino estaríamos en la final. Pero eso ya está olvidado porque tenemos la medalla de bronce”, enfatizó Nocioni.

“Lo festejamos de la misma manera que en Atenas, sabemos que el oro es más importante que el bronce, pero esto es muy grande, ganar dos medallas consecutivas es algo impresionante”, agregó.

Nocioni no la podía contener, le gritaba a los compañeros mientras hablaba con los periodistas, gesticulaba y se mostraba orgulloso de poder tener otra medalla olímpica.

“Esto es increíble, es impresionante el partido que ganamos. Esto demuestra porque somos Argentina y en este momento no lo puedo creer”, sentenció.

El tobillo izquierdo le jugó una mala pasada a Nocioni, quien tuvo que luchar ante los rivales y contra esa dolencia, que si la tuvo en el partido de hoy ante Lituania no se notó en absoluto.

“Duele todo, pero ya está. Tenemos un mes para descansar los que estamos en la NBA. Hay que disfrutarlo loco, porque esto es gigante”, gritó Nocioni.

Manu terminó saltando en una pata
La estrella argentina no podía ni caminar, pero si pudo saltar en una pata para festejar el logro conseguido junto a sus amigos.
“Se me puso la piel de gallina al ver lo que hicieron mis compañeros. Lo del ‘Chapu’ hoy no lo puedo creer. Estaba en una pierna y presionaba como si fuese un pibe de 20 años”, se emocionó Ginóbili.

“Lo de Delfino también, como Leo (Gutiérrez), que no había jugado un minuto en todo el torneo, vino y casi lo definió. Como lo de Quinteros y como todos los que entraron y aportaron muchísimo”, destacó.

“Da mucha alegría ver que tus compañeros hacen algo así, ser parte de esto es muy ‘groso’”, concluyó.

Oberto: "Asumimos que si perdíamos nos quedábamos sin nada"

Fabricio Oberto apenas terminó el partido ante Lituania no sabía para donde salir corriendo, a quien abrazar, y no pudo contener la emoción, seguramente por lo que dijo después de obtener la medalla de bronce, al señalar que tenían claro que si perdían hoy se quedaban sin nada.

“Todo el equipo asumió que si perdíamos hoy nos quedamos sin nada. Todos jugaron con los dientes apretados, con muchas ganas y la medalla la merecemos más nosotros. Hoy demostramos que fuimos mejor que ellos –por Lituania-”, señaló Oberto.

Los jugadores argentinos celebraron esta medalla de bronce como la de oro obtenida en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y se encargaron de remarcar la importancia de volver a subir a un podio.

“Esto es muy importante, porque no es sencillo dos medallas olímpicas consecutivas. El equipo dejó todo y por suerte ahora podemos estar todos muy felices”, indicó el cordobés.

Los dirigidos por Sergio Hernández vivieron con mucha ansiedad las horas previas al partido ante Lituania y Oberto reconoció que les costó dormir en la noche previa al partido.

“Dormimos poco, la verdad es que fue una noche especial, larguísima por toda la previa y la vivimos con mucha ansiedad”, puntualizó.

“Todos hablamos y nos motivamos bastante para este partido. Lo que motiva ‘Chapu’ es impresionante, es un grande. Todos nos mentalizamos en salir adelante y por suerte lo logramos. Quizás hubiéramos preferido jugar al día siguientes después de Estados Unidos pero ya está”, concluyó.

Scola: "Vinimos a buscar una medalla y lo logramos"

Luis Scola se convirtió en uno de los referentes de este seleccionado argentino de básquetbol que hoy obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing y aseguró que están todos muy contentos por el tercer puesto.

“La verdad es que estamos muy contentos, le ganamos a un gran equipo. Nosotros vinimos a buscar una medalla y lo conseguimos, algo que no fue para nada fácil”, señaló Scola después del partido.

Los jugadores argentinos desbordaron de alegría después de la victoria ante los lituanos, porque para llegar a esta medalla superaron un momento de problemas, algo habitual en su historia.

“Creo que esta generación siempre que tuvo problemas los pudo solucionar. La gente se empecina en marcar dos o tres jugadores pero siempre aparecen otros para definir los partidos”, explicó Scola.

Con este Juego Olímpico se comenzó a cerrar el ciclo de la “generación dorada”, y Scola reconoció con será muy difícil volver a conseguir los resultados que se obtuvieron en los últimos años.

“Desde que estoy acá se viene hablando de ciclos y es así. Es el deporte, los jugadores van creciendo y vienen otros. En algún momento todos estos resultados que estamos obteniendo van a bajar, porque tuvimos una camada que no es normal, no es la tradición de nuestro país”, sentenció Scola.

“Hace diez años íbamos a salir sextos porque era un logro y ahora ganamos dos medallas olímpicas consecutivas. Igual muchachos, antes de pensar en el futuro quiero disfrutar este momento”, concluyó.

Con esta nueva conquista, la delegación argentina igualó su actuación de Atenas 2004, cuando había obtenido dos medallas de oro y cuatro de bronce.

Los parciales del encuentro siempre favorecieron a los ‘albicelestes’, que se impusieron por 24-21, 46-34, 68-49 y 87-75.

Síntesis –

Argentina: Pablo Prigioni (6), Carlos Delfino (20), Andrés Nocioni (14), Fabricio Oberto (9) y Luis Scola (16) (f.i.); Leonardo Gutiérrez (11), Paolo Quinteros (11) y Román González. DT: Sergio Hernández.

Lituania: Rimantas Kaukenas (14), Ramunas Siskauskas (15), Ksistof Lavrinovic (3), Robertas Javtokas (7) y Sarunas Jasikevicius (9) (f.i.); Simas Jasaitis (5), Linas Kleiza (5), Marijonas Petravicius (3), Mindaugas Lukauskis (8), Jonas Maciulis (6). DT: Ramunas Butautas.

Arbitro: Eddie Rush (Estados Unidos), secundado por José Carrión (Perú) y Fabio Facchini (Italia)

Cancha: Olympic Basketball Gymnasium, de Beijing.
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