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Espectacular manoletina de Román a su segundo enemigo, del que cortó una oreja.
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Espectacular manoletina de Román a su segundo enemigo, del que cortó una oreja.

San Isidro: oreja a sangre y fuego para Román y cornada grave a Francisco José Espada

miércoles 24 de mayo de 2023, 22:50h
A sangre y fuego, como el magnífico libro de Chaves Nogales. Así ha sido hasta ahora la carrera de Román y, muy posiblemente, poco va a cambiar. Pese a gestos y actuaciones de un valor supremo como la de este festejo, cuando arrancó con toda justicia, y justeza, una oreja a su segundo y peligroso enemigo, con el que se la jugó. Era, como el cuarto, del remiendo de Montalvo a los anunciados de Algarra, que cumplieron en los caballos y ofrecieron un juego interesante. Francisco José Espada, que fue herido de gravedad en el último, había dado una vuelta al ruedo en el otro tras una petición mayoritaria. Mientras que El Payo, apático vulgar y desganado, fue una sombra.

La emoción, ingrediente fundamental de la Fiesta, sólo apareció con fuerza en la labor de Román con ese quinto, un bicorne feo de hechuras que manseó ante el penco y fue desarrollando peligro. Pero 'Plácido', que así se llamaba el de Montalvo encastado y fiero, no hizo honor a su nombre y sin ser un marrajo, pronto le pidió el carné del valor sin cuento a su matador. Y éste se lo ofreció a modo. A modo de emocionantes series sobre todo al natural y con un derroche de testosterona, tragando, jugándose la femoral.

Era una pelea a cara o cruz, con los espectadores sufriendo como si tuvieran una aguja en el estómago, que ganó Román. Antes de un estoconazo a ley, incluso se adornó con unas ajustadísimas manoletinas. El segundo, ya noblote, le había permitido una faena con algo de lucimiento pero sin macizar, eso sí, dando distancia al animal que se fue quedando y todo quedó en ovación.

Espada, ante el rebrincadito que cerró festejo -con el que inició de hinojos y con templanza y mando una labor muleteril entusiasta- apostó también por la quietud al final y el burel ya con la cara alta y defendiéndose le prendió. Con su primero, que dejó casi sin picar, también se quedó muy quieto desde el inicio con estatuarios y dio mucho pases por ambos pitones -varios de ellos cambiados por la espalda- pero dentro de la tauromaquia moderna ventajista. No obstante, gustó mucho y hubo mayoritaria petición de oreja, que no merecía por la faena, y el presidente no la concedió ganándose con razón una enorme bronca.

Claro que para ventajista, ya con descaro, lo de El Payo, inhibido y desganado, al que se le fue un animal muy colaborador y manejable, el primero, frente al que no encontró nunca la ligazón y al que citaba desde la M-30. El cuarto era un inválido, lo que no fue óbice ni cortapisa para que el mexicano anduviera igual de desilusionado con la muleta en Las Ventas y el cuerpo en la plaza... de Manuel Becerra.

FICHA

Cuatro toros de LUIS ALGARRA, bien presentados, cumplidores en el tercio de varas, nobles y flojos. 4º y 5º de MONTALVO, más justos de presencia; inválido el 4º, y manso, encastado y peligroso el 5º. EL PAYO: silencio; silencio tras aviso. ROMÁN: ovación; oreja. FRANCISCO JOSÉ ESPADA: vuelta tras petición; palmas tras aviso. Plaza de Las Ventas, 24 de mayo, 13ª de Feria. Dos tercios de entrada (18.224 espectadores, según la empresa). Parte médico de Espada, que sufre herida por asta de toro en cara interna tercio superior del muslo izquierdo, con dos trayectorias, ascendente de 15 cm. que alcanza pubis y otra hacia dentro de 15 cm. que bordea recto. Puntazo corrido en cara posterior de gemelo izquierdo y policontusiones en ambas piernas. Fue intervenido bajo anestesia general en la enfermería de la Plaza de Toros.

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