La suerte volvió a sonreír a un Real Madrid que salió de Roma como primero de grupo pero que pudo salir escaldado del Olímpico de la capital italiana. Una primera parte dubitativa, abierta entre ambos conjuntos, finalizó esos primeros 45 minutos con una ocasión a puerta vacía de Cengiz Ünder. El turco la envió a la grada de manera increíble. Sin embargo, los blancos, que también vieron cómo se perdonaba una mano de Lucas Vázquez que vieron todos menos los árbitros -y que pudo ser sobre la línea del área y por tanto penalti-, salió a la segunda parte enchufado.
Pese a esa mejor cara, tampoco conseguía batir a una Roma bien armada atrás, y que impedía que una noche con buenas intenciones de Benzema no sirviera para nada. Al final tuvo que ser un regalo, una entrega terrible de cabeza de Fazio a su portero, Olsen, que Bale rescató para hacer gol y abrir la lata. Un 0-1 que, por cómo vino, hundió al conjunto italiano y dejó para el Madrid el difrute de arrasar a su víctima.
Llegó el segundo gracias a una jugada de la delantera, entre Bale, Benzema y Lucas, quien marcó, y pudieron llegar más goles ya en un partido roto que iba casi de área a área de manera consecutiva.
Salieron Fede Valverde, Mariano y Asensio, pero ya en el tramo final y con poco que hacer más que dar aire al equipo por los 3 sustituidos, muy cansados (Modric, Benzema y Bale). Sin duda la estrella fue Marcos Llorente, que ha pasado de olvidado y casi vendido en el mercado de invierno a tener una nueva oportunidad tras sustituir con el mejor resultado posible a Casemiro. El joven canterano era el jugador que todos reclamaron en Eibar para dar el recambio al brasileño, pero el experimento con Ceballos, que ni jugó en Roma, a modo de aviso, salió fatal.
Al final, 0-2 y primeros de grupo tras una fase de clasificación de Champions muy gris para los blancos. Tras la destitución de Lopetegui, a Solari sí le sonríe la suerte y con esta victoria y la conseguida contra el Plzen ya se asegura evitar a los cocos de Europa en el sorte de octavos de final. Sin embargo, crea otro problema: Isco. El entrenador argentino ni convocó al malagueño, que se quedó fuera de la lista sin ningún motivo aparente más que una decisión técnica que traerá cola.
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