Ácida crítica al turismo de masas, que plasman en el escenario cuatro actrices y un actor con multiplicidad de registros

Las actrices Gemma Polo, Carolina Manero, Marta Díez, Gloria Ribera, y el actor Alejandro Curiel desgranan múltiples situaciones cómicas que propicia la obsesión por ese mes- o algo menos- de vacaciones, donde sólo importa pasárselo bien, sin reparar en dónde ni cómo. Los miembros de la compañía aparecen en bañador gran parte del tiempo, y en un escenario lleno de sombrillas, flotadores y camisas llamativas. Una de las chicas se ocupa de ir filmando todo, y los espectadores ven las evoluciones de los actores, y a la vez, al propio público, gracias a dos pantallas situadas en los dos extremos. Para los espectadores de las filas más alejadas se disponen otras dos pantallas.

En los videos se recogen primeros planos de las protagonistas, y palabras referentes a la actualidad social y política. Hay una crítica implícita al destrozo del litoral mediterráneo, la especulación urbanística y los grandes complejos (rascacielos incluidos). Un espectáculo multidisciplinar , pues se mezclan música, video y palabra. Dos de las actrices cantan temas que recuerdan la “Marca España”, y una de ellas se marca un zapateado, a modo de tablao flamenco.

El público ríe con ganas en la hora y cuarto que dura el espectáculo, porque la forma de abordar esa crítica al turismo hortera y masificado, está expuesta en clave de humor, con diálogos ingeniosos y expresiones del lenguaje de la calle. Aparecen temas como la obsesión por “la dieta bikini” y el bronceado, el servicio defectuoso de los hoteles, y los tópicos que reclaman las agencias para que los turistas visiten nuestro país. Se utiliza el catalán y castellano, indistintamente.

Pudo verse en la pasada edición del Teatre Grec, de forma virtual en el TNT Terrasa, y hace unas semanas en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares. Permanecerá en el Teatre Lliure de Gràcia hasta el 3 de Enero, ya en el nuevo año.