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Obra de teatro Diotima
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Obra de teatro Diotima

'Diotima' y la razón poética de María Zambrano

lunes 11 de diciembre de 2017, 18:07h

El sueño y el deseo son estadios anteriores al pensar, al filosofar, aunque posiblemente, si aquellos no hubieran sido atravesados por el amor y por el tiempo, jamás hubieran desembocado en forma de razón, de pensamiento elaborado, atento a los signos, a los símbolos que se cruzan en nuestras vidas para poder interpretarlos. Esta es la línea básica de pensamiento por la que discurre ‘Diotima’, un texto de la filósofa española María Zambrano (1907-1991), que ahora ha escenificado la compañía La Puerta Estrecha en un montaje sabiamente dirigido por Raúl Iaiza y magníficamente interpretado por Eva Varela de Lasheras que da vida en escena a Diotima, ‘la extranjera de Mantinea’.

Zambrano es una de las filósofas más influyentes y originales del pensamiento español. Discípula de José Ortega y Gasset, profesora en la Universidad de Madrid y colaboradora en las publicaciones Revista de Occidente, Cruz y Raya y Hora de España, entre otras. Se exilió en México en 1939. Profesora de la Universidad de Morelia, se trasladó muy pronto a La Habana (Cuba), en cuya universidad enseñó también durante varios años, así como en la Universidad de Puerto Rico. Posteriormente vivió en Francia, Italia y Suiza antes de su regreso definitivo a España, en 1984. En 1981 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y en 1988 el Premio Cervantes, el más prestigioso de las letras hispanas.

La filosofía es, para Zambrano, un acontecimiento y no solo un problema. Más aún, es uno de los acontecimientos más radicales que le suceden al ser humano. Apoyada en esta concepción de la filosofía, pensaba que los problemas filosóficos no son solo problemas “técnicos”, sino más bien misterios o símbolos que son necesarios desvelar. La filosofía, pues, sería una tarea de construcción e interpretación de símbolos. De ahí deriva el hecho de que uno de sus temas fundamentales estribe en el análisis de lo que denomina ‘razón poética’ de los misterios encerrados en los problemas filosóficos, es decir, aquellos que deben abordar los problemas esenciales de la trascendencia, los grandes misterios de la vida humana.

Misteriosa mujer


Del personaje de Diotima sólo sabemos su existencia por El banquete, de Platón. Ninguna otra referencia se encuentra en la literatura griega, y se supone que, como la Dulcinea cervantina, es probable que ese nombre ‘músico y peregrino’ -como lo denomina Emilio Lledó- sea también un invento de Platón. El hecho, en todo caso, es que en boca de esa misteriosa mujer aparece la primera interpretación y teoría del Eros, el dios del amor, y ahora María Zambrano pone también en su boca la palabra reflexiva, inteligente, que trata de buscar la razón poética de la existencia humana, y más concretamente, de la existencia femenina.

‘Diotima’ no es un texto escénico (no busques aquí los clásicos planteamiento, nudo y desenlace, sencillamente porque no los hay), , sino un ensayo filosófico, y a la hora de ponerlo en escena es este el mayor problema con el que se toparon Raúl Iaiza y Eva Varela de Lasheras. Ellos mismos argumentan en la presentación del montaje las dos dificultades más obvias, “Cómo provocar la revelación de una obra filosófica sin escenificarla, sin ilustrarla, sin representarla” y “De dónde sacar las líneas que provoquen una creación escénica cuyo punto de partida es un texto no escénico, y que como obra se basta a sí misma”.

La solución al problema ha sido sencillamente insuperable porque los creadores del montaje han combinado lo escenográfico (varios discos de hielo que gotean intermitente y machaconamente sobre unos cuencos de cristal o una cuna de madera, situados sobre arena o en el interior de una casa, por donde transita Diotima), una música ancestral y sugerente, el tránsito de la oscuridad extrema de donde surgen las primeras palabras de Diotima, hasta la luz más intensa -la de la razón-. Han conseguido así que lo uno -lo escénico- no interfiera en lo otro -la palabra de Zambrano-, y viceversa, construyendo un universo poético revelador, que embelesa, que seduce y que transporta al espectador por un mundo intenso y profundo, pero bello y poético a la vez, que lo llena de color y de alma. El resultado es un montaje fascinante, evocador, que sirve de marco a la palabra bellísima y profunda de María Zambrano que Eva Varela de Lasheras trasmite con tanto magnetismo como pasión y que, sin duda, provoca en el espectador la necesidad inmediata de buscar la obra de la filósofa para poder seguir profundizando en ella.


‘Diotima’

Autora: María Zambrano

Dirección: Raúl Iaiza

Interpretación: Eva Varela Lasheras

Espacio escénico: Eva Varela Lasheras y Raúl Iaiza

Artesanía escénica: Germán Goudín

Espacio sonoro: Lisi Búa y Raúl Iaiza

Vestuario: Eva Varela Lasheras y Raúl Iaiza

Iluminación: Raúl Iaiza y Germán Goudín

Creación audiovisual y fotografía: Bruno Rascão

Diseño gráfico: José Gonçalo Pais

Producción ejecutiva: Eva Varela Lasheras

Asistente de producción: Selma Al Amounti

Producción: La Puerta Estrecha

Teatro de La Puerta Estrecha, Madrid

Hasta el 17 de diciembre de 2017
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