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Crítica de la obra de teatro 'Silencio': 8 años, 5 meses y 17 días
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(Foto: Javier Mantrana)

Crítica de la obra de teatro 'Silencio': 8 años, 5 meses y 17 días

jueves 13 de enero de 2022, 12:12h

Escrito y dirigido por Juan Mayorga (Premio Nacional de Teatro 2013) y protagonizado por Blanca Portillo (Premio Nacional de Teatro 2012), acaba de estrenarse ‘Silencio’, un excelente montaje que puede verse hasta el 11 de febrero en el Teatro Español de Madrid. En forma de monólogo, ‘Silencio’ recrea sobre las tablas el discurso que Mayorga pronunció en mayo de 2019 con motivo de su ingreso en la RAE, y que versó acerca de la importancia del silencio tanto en el arte como en la vida del ser humano.

A priori, posiblemente no pueda encontrarse un asunto más antiteatral que este del ‘Silencio’. Pero, una vez sentado en el patio de butacas, ver discurriendo por el pasillo del teatro –reconvertido aquí en el salón de actos de la RAE por la experimentadísima y sensible mano de Elisa Sanz, que firma escenografía y vestuario-, a un hombre enfundado en un negro traje de etiqueta para la ocasión, zapatos algo grandes, y el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, esa falsa idea inicial se disipa instantáneamente como el humo de un cigarrillo.

El hombre es Blanca Portillo, una de las mejores actrices que ha dado este país, que hace aquí de alter ego del autor y director, sin dejar de ser ella misma quién, además, no deja pasar la oportunidad de reprocharle a su amigo Mayorga que no se haya acordado de ella hasta “ocho años, cinco meses y diecisiete días” después de haberla tenido en el dique seco de la espera y la desesperación de esa llamada de algún dramaturgo, director, productor o demonio que la saque de una vez de su cuarto para volver al escenario. Una jocosa licencia humorística de autor y actriz porque, obviamente, ni a uno ni a otra les faltan llamadas y propuestas para seguir ejerciendo su oficio, el del teatro.

Y, a partir de ahí, y una vez en el estrado desde el que va a pronunciar su discurso de acceso a la RAE, ante sus compañeros académicos, autoridades, gentes del oficio y público en general, el nuevo habitante de “la docta Casa”, se sirve agua desde una jarra y tiemblan al tiempo mano, jarra y vaso. No es para menos porque la responsabilidad es enorme. Y el ‘Silencio’ filosófico, estético, vital, el silencio que inunda la memoria del nuevo académico a través de muchas lecturas y representaciones que lo han marcado a lo largo de su vida, van a ir desfilando ante su audiencia con tanto tino como humor, con tanta hondura como experiencia compartida, con el mismo sentimiento de quien descubre lo obvio, que cuando no se tiene nada que decir lo más sabio es callar.

Blanca Portillo acerca, convence, estremece, deleita, remueve y, quizás y, ante todo, disfruta y hace disfrutar con un texto de su amigo Juan Mayorga que -aún sin ser el más teatral de cuantos ha escrito-, es probablemente el más personal de todos ellos. Portillo se mete al público en el bolsillo desde el primer segundo y lo embarca en esa aventura intelectual, íntima y pública a la vez, que es la de demostrar el valor del tiempo y del silencio tanto en la creación como en la vida.

Precisos, necesarios, poéticos y hermosos los trabajos de iluminación de Pedro Yagüe y el espacio sonoro de Manu Solís que brindan un gran soporte al cuerpo y al movimiento de la actriz, por un lado, y al juego onomatopéyico o de percusión de la propia actriz para servirle luego de soporte sonoro a sus palabras.

“…Que el espectador pueda oír las palabras de Segismundo que Rosaura no oye, corresponde a una ilusión de trasparencia propia de aquel tiempo y de aquel teatro. En el aparte del soliloquio subyace la idea de que hay algo así como la conciencia a la que el espectador puede sumarse… Ello no es posible en un teatro de silencios insondables, como los de Woyzeck, donde la conciencia se oculta, porque el autor no desea mostrarla o porque él mismo no tiene acceso a ella, o porque se duda de que la conciencia exista…”. Y, además de personajes de Calderón o Büchner, autor y actriz se adentran -entre otros-, en fragmentos de obras de Chejòv, Dostoyevski, clásicos griegos, Lorca, Kafka o Cervantes.

La propuesta es, desde luego, toda una delicia en donde la palabra y el silencio son utilizados con rigor, con gracia y con precisión de relojero suizo- ¡hasta silencios de “cuatro minutos y treinta y tres segundos” …! - por una Blanca Portillo a la que nada se le pone por delante. El resultado, tras unos cien minutos de función, es ver cómo todo el público puesto en pie premia efusivamente el trabajo de la actriz y la osadía del autor y director al presentar un montaje dedicado íntegramente a hablar, ni más ni menos, que sobre el ‘Silencio’, un aspecto esencial del teatro y de la existencia que tanta falta nos hace. No debieras dejar de ver esta hermosísima propuesta.

‘Silencio’

Texto y dirección: Juan Mayorga

Con Blanca Portillo

Diseño de escenografía y vestuario: Elisa Sanz

Diseño de iluminación: Pedro Yagüe

Espacio sonoro: Manu Solís

Una coproducción de Avance Producciones Teatrales y Entrecajas Producciones Teatrales

Teatro Español, Madrid

Hasta el 11 de febrero de 2022

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