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Uno de los naturales de Álvaro Burdiel a su segundo novillo.
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Uno de los naturales de Álvaro Burdiel a su segundo novillo. (Foto: Plaza1)

San Isidro: nuevo petardo de Fuente Ymbro con una pésima novillada de escasas opciones

martes 30 de mayo de 2023, 23:09h
A la segunda no fue la vencida, quia. Porque tras el fiasco del hierro de Fuente Ymbro con los toros del pasado día 21 en cuanto a fuerzas y juego (o, mejor no juego), el ganadero se supone que querría salvar su doble presencia en el ciclo isidril. Pero como por desgracia todo es capaz de empeorar, resulta que esta vez el petardo con los novillos fue mayor. Porque los bureles, más blandos y descastados que sus hermanos mayores, además adolecieron en general de falta de trapío. Con ellos la ilusionada terna que buscaba un triunfo relevante en la cátedra taurómaca tampoco tuvo muchas oportunidades. Aunque es justo y necesario colegir que tampoco los coletudos fueron un dechado de ambición.

Se supone que el protagonista de la fiesta, el toro, no confundamos, debe imponer miedo o respeto y la imagen de los novilletes era al revés: lo que daban era pena. Es más, el único con un punto de movlidad más que de casta, Ibicenco, que tenía fijeza y duró algo más que el resto, llevaba en el arrastre las dos orejas o, al menos una, que ofrecía generosamente a Víctor Hernández.

Pero el de Santos de la Humosa, mecánico y repetitivo se debió haber dejado la inspiración allí o en el túnel de cuadrillas. Sí, es verdad que lo intentó e inició su labor muleteril con varios pases cambiados con los pies clavadísimos. Mas fue un espejismo, porque en el toreo fundamental de naturales y redondos, a excepción de algunos, pocos, apuntes, se perdió con una brega ventajista, acelerada, ramplona y exceso de enganchones. Ni siquiera eso le permitió el que abrió función que se acabó muy pronto, y con el que se perdió en una faena larga y tediosa.

Algo más de clasicismo intentó, con su habitual buen corte, Álvaro Burdiel, a veces adalid de la tauromaquia moderna toreando al hilo del pitón, aunque en el quinto dejó algunas gotas de su indudable clase con las verónicas ganando terreno y algunos buenos naturales a un animal que también casi le pedía la muerte.

Claro que para toreo despegado el de Lalo de María, con estatura de pívot de baloncesto, que a la hora del embroque, o lo que fuera aquello, tenía una pierna en Las Ventas y la otra en París. El francés, que debutaba en Madrid, no dijo nada ni cuando toreó de hinojos ni cuando lo hizo en pie. Los que sí dijeron, y mucho, fueron tres coletudos de plata que con su actuaión con los rehiletes sí lograron que restallasen las más fuertes ovaciones del cotarro.

FICHA

Novillos de FUENTE YMBRO, desiguales de presentación, con los tres primeros chicos; mansurrones, blandos, nobles y descastados excepto el 4º. VÍCTOR HERNÁNDEZ: palmas tras aviso; silencio tras aviso. ÁLVARO BURDIEL: silencio; ovación. LALO DE MARÍA: silencio tras aviso; silencio. Plaza de Las Ventas, 30 de mayo. 18ª de Feria. Tres cuartos de entrada (17.735 espectadores, segun la empresa). Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del matador José Fuentes fallecido el lunes.



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