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Tomás Rufo en el toro al que cortó una oreja.
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Tomás Rufo en el toro al que cortó una oreja.

Feria de Fallas: faenas de largo metraje y aburridas de los veteranos

Tomás Rufo insufló aire nuevo y buen toreo en tarde de viento

lunes 20 de marzo de 2023, 15:08h
Toros: Jandilla, en general flojos y la mayoría nobles, salvo el sexto rajado. El mejor fue el tercero.
Entrada: casi lleno.
El Juli: silencio y ovación con aviso.
José María Manzanares: oreja, y silencio (con dos avisos)
Tomás Rufo: 1 oreja (con aviso), y ovación.
Cuadrillas: Fernando Sánchez con dos grandes pares en tercero y sexto toro. Se desmonteraron también Andrés Revuelta, Diego Vicente y Sergio Blasco.
Incidencias: se guardó un minuto de silencio, en memoria del ganadero albaceteño fallecido el mismo día: Daniel Ruiz.

Acudió un público bondadoso y triunfalista a la penúltima corrida del ciclo fallero. Es indudable la ejemplar trayectoria del Juli, y la de José Mari Manzanares (más irregular)...Suman entre ambos 45 años de alternativa, y la verdad es que, al menos ayer, aburrieron con pases a mansalva, y faenas de metraje largo. De ahí la colección de avisos...Por el contrario, el respetable se ilusionó con el que debutaba: Tomás Rufo. No tuvo un lote con mucha fuerza (fue el sino de la corrida) pero consiguió momentos brillantes, y sobre todo, una disposición de no dejarse ganar la pelea por nadie…

La corrida estuvo bien presentada pero adoleció de falta de fuerza, si bien es cierto como señalan algunos, que determinados ejemplares sufrieron mucho castigo en varas. Hubo toros aprovechables. No fue el caso del primero, con el que El Juli no se encontró a gusto por su embestida algo descompuesta, y sin acabar de romper. El momento emocionante fue su brindis al cielo, en memoria de Daniel Ruiz, cuyos ejemplares toreó en tantas ocasiones…

Ante el soso cuarto, ejecutó una faena anodina, larga, y con gestos desabridos al terminar las tandas (con poco sentido, al tener tan escasa entidad)...Lo mismo que sobraron los circulares “ratoneriles” buscando la orejita fácil, que no fue posible, ya que erró al matar al cornúpeta: un pinchazo y estocada (con salto).

Viento

Manzanares instrumentó dos medias notables de remate con el capote en su primero. Ya se vio que el viento iba a molestar, y en ocasiones se hizo insoportable...Comenzó con doblones eficaces, entre probaturas y precauciones. Fue un gran hándicap el eolo, pero la verdad es que en el haber del alicantino, tan sólo cabe anotar algún natural suelto, un cambio de manos, y la última tanda, muy ligada y lograda. La estocada fue caída y la generosidad de público y usía determinaron la oreja concedida.

El quinto no fue demasiado castigado en varas y apretó en banderillas, hasta el punto de que hubo dos pasada en falso del primer subalterno, que finalmente puso un palitroque, para ahorrarse complicaciones. Manzanares lo trasteó vaciando las embestidas hacia afuera, despegado (y ciertamente molestado de nuevo por el viento, que arreciaba). Estuvo más lucido en las series finales, sometiendo a su enemigo, bajo los acordes del pasodoble “El Soro”. Otra vez alargó sin sentido el trasteo, y lo acabó pagando, porque pinchó una y otra vez hasta pinchar diez veces, sonando los dos avisos…

Debutaba Tomás Rufo en el coso de Monleón, y ya mostró su disposición en el quite por chicuelinas que instrumentó en su turno del toro de Manzanares, rematando con media lagartijera.Saludó por navarras a su primero, celebradas por el público. El toro tenía escasas fuerzas (apenas fue picado) y salió doblando las manos tras el primer encuentro con el caballo. Tras un gran par de Fernando Sánchez, brindó al público. Se equivocó de terrenos al sacarlos a los medios donde arreciaba más el viento, y el toro acusaba su flojedad. No obstante, arrastró las telas con suavidad en una labor entonada, y dejando pausas entre las tandas. Fue acortando distancias, en la fase postrera, dando paso al encimismo pero con cabeza. Destacaron sus naturales, y una tanda de manoletinas con las que abrochó su labor. Tras estocada muy caída obtuvo una oreja.

Saludó con una larga cambiada al último de la tarde. El toro perdió las manos, ¡ojo!, tras su primera entrada al picador (y también en el quite por verónicas de Rufo). Brindó al público, como en su debut, y puso en pie al público con unos derechazos sin probaturas con que empezó su labor, hincado de rodillas. Luego, ante la poca fuerza de su oponente, un mulo, desarrolló una labor un tanto espesa e irregular, aunque con una innegable voluntad de triunfo. Podría haber caído, dada la benevolencia de la tarde, otra oreja en su esportón, pero falló con el estoque.




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