www.diariocritico.com
Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)
Ampliar
Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)

'Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)': desaliento y futuro

viernes 24 de marzo de 2023, 13:24h

¿Estabilidad laboral?,¿protección social del trabajador?, ¿por dónde anda el bienestar del nuevo currante? Son sólo algunas preguntas con respuestas no muy alentadoras que surgen inmediatamente después de acudir a ver la última propuesta escénica escrita y dirigida por Íñigo Guardamino, ‘Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)’, en el Teatro Quique San Francisco hasta el próximo 23 de abril.

El sarcasmo, el humor negro y corrosivo presiden la propuesta de principio a fin, como también sucede en buena parte de la producción del dramaturgo bilbaíno (El año que mi corazón se rompió, Vacaciones en la inopia, Castigo ejemplar yeah!, Sólo con tu amor no es suficiente, Este es un país libre y si no te gusta vete a Corea del Norte, Monta al toro blanco…). Protagonizada por Álex Villazán, Belén Ponce de León, José Emilio Vera y Katia Borlado, Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo), traslada al escenario algunos aspectos de esta nueva economía, la denominada colaborativa, en la que están metidos de lleno esos centenares de riders en empresas de entregas en mano a domicilio, como es el caso de Hermess.

Hermess, sí, es precisamente, la compañía en la que entra a trabajar David (Alex Villazán), veinteañero harto ya de acudir infructuosamente a docenas de entrevistas de empleo que no dan el fruto buscado. Esta aún es peor porque las condiciones de trabajo no son precisamente envidiables (“¿quién es el hijo de puta que ha hecho un pedido con este tiempo…?”. Sin horario, mal pagados, arriesgando permanentemente su físico en esas bicicletas con trasportín, sometido a los abusos de una voz coordinadora virtual (en realidad un algoritmo), que anuncia los avisos, presiona al trabajador y mira más por el producto que se transporta que por el propio rider. Allí conoce a un compañero con más de tres años de experiencia en la empresa, evangélico, colombiano y curtido ya en mil batallas, Samu (José Emilio Vera), que reproduce en David los abusos que otros han cometido con él. Luisa (Belén Ponce de León), madre de David, separada y funcionaria de Tráfico, dibuja al carboncillo y trae amantes a casa en horas en las que cree que su hijo no va a volver. Ambos se llevan como buenamente pueden y acusan el abandono, hace unos años, del padre y marido. Por último, Marta (Katia Borlado), es esa pareja que David ha encontrado para acostarse con ella de vez en cuando, pero admitiendo explícitamente, eso sí, que aquí no hay exclusividad alguna.

Paola de Diego ha diseñado el vestuario de los personajes (actual, moderno), y la escenografía (unos cuantos bloques grises de distintos tamaños, repartidos por el escenario que configuran los espacios por donde se muevenlos personajes). Bea Francos es la autora de la iluminación y del movimiento corporal de los actores. Pablo Martínez Bravo ha dibujado la coreografía y, además es el ayudante de Dirección. Y, en fin, David Ordinas ha hecho el espacio sonoro de la propuesta.

La deshumanización, el abuso, la transitoriedad, la precariedad, la fugacidad, la fragilidad, la interinidad y la inseguridad, tanto en lo personal como en lo laboral, son las endebles agarraderas a las que David tiene que asociarse para sobrevivir y, claro, tarde o temprano, eso pasa factura: “No es momento de pensar en la muerte, sino en la entrega”.

Real como la vida misma. Y, entre entrega y entrega, la sonrisa pintada en la boca, y un chiste cortito de regalo al cliente a ver si así se le levantan las ganas de premiar con alguna propina el arduo, peligroso y mal valorado trabajo del rider para seguir abonando las neuras del aquí y ahora que rige la vida de sus clientes.

‘Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)’

Dramaturgia y dirección: Iñigo Guardamino

Reparto: Alex Villazán, Belén Ponce de León, Jose Emilio Vera y Katia Borlado

Escenografía y Vestuario: Paola de Diego

Iluminación y movimiento corporal: Bea Francos

Ayudante de Dirección y Coreografía: Pablo Martínez Bravo

Ayudante de Escenografía y Vestuario: Guillermo Felipe Señaris

Espacio Sonoro: David Ordinas

Fotografía: Carmen Prieto Remón

Diseño cartel: Andrés Sansierra

Producción Ejecutiva: Isabel Castaño

Una producción de La Caja Negra Teatro

Teatro Quique San Francisco, Madrid

Hasta el 23 de abril de 2023

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)

+
0 comentarios