En la sede socialista de Gobelas, en Madrid, donde tiene sus ‘otros’ aposentos el secretario de Organización de PSOE, José Blanco, se estaba esperando este martes una llamada desde Sabin Etxea, la sede central del PNV en Bilbao. Quien debía llamar a Blanco era el presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, para seguir hablando de los temas que abordaron una semana antes en Madrid, concretamente, el pasado miércoles.
Esa reunión se produjo en la sede socialista de Gobelas y a la misma asistieron, además de José Blanco, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el portavoz peneuvista en el Congreso, Josu Erkoreka; el portavoz del EBB, Iñigo Urkullu, y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz. En esa reunión se habló de dos temas fundamentales: la situación de ETA tras la ruptura de la tregua y los casos de Álava y Navarra.
Las cosas no quedaron claras entonces. En el caso de ETA, el análisis es coincidente: la banda está dispuesta a todo, tiene infraestructura para cometer atentados y se espera una acción violenta en cualquier momento. Posibilidades de negociar ahora o en próximos tiempos parecen completamente nulas, y no sólo por la ‘presión política’ que conllevarían el conocimiento de nuevos contactos con ETA en estos momentos, sino también por la propia banda, que parece más decidida que nunca a seguir la ‘línea dura’, eufemismo de ‘cometer atentados’.
Respecto a los pactos postelectorales en Álava y Navarra, los análisis difieren mucho. El PNV quiere conseguir que en Navarra, donde los peneuvistas se presentaron con Nafarroa Bai, los socialistas formen un gobierno a lo tripartito con Na-Bai y la Izquierda Unida navarra. Y, de igual manera, que en Álava propicien la salida del PP de las instituciones.
La cosa quedó en el aire, porque, según fuentes bien informadas, José Blanco les manifestó sus serias dudas de conformar una alianza en Navarra que pueda servir de punta de lanza del PP contra el PSOE de aquí a las próximas elecciones generales, acusándoles de pactar con formaciones ‘no democráticas’ –en clara referencia a uno de los integrantes, al menos, de Na-Bai, Aralar-. Lo mismo para el caso de Álava, donde cierto sector del socialismo no tiene claro que sea bueno para ‘el conjunto del país’ hacer desaparecer a los populares al frente de las instituciones alavesas.
La impresión es que Blanco –al igual que Moncloa- se decanta porque en Navarra gobierne UPN, pero sin el acuerdo explícito del PSN, sino con la abstención de los socialistas de Fernando Puras. Eso es lo que quedó flotando en la reunión en Gobelas del pasado miércoles, 20 de junio, un día antes de que el lehendakari Ibarretxe se reuniera en Moncloa con el presidente Rodríguez Zapatero.
Esa actitud socialista preocupa, lógicamente, en la sede de Sabin Etxea, de ahí la llamada que Imaz tenía proyectado realizar a Blanco en estos días.
¿Doble juego de Puras en Navarra?
La otra cara de la moneda la pone Nafarroa Bai. Sus dirigentes no acaban de fiarse de las intenciones del PSN. Creen que Puras, presionado por los socialistas en Madrid, podría estar buscando “un pretexto” para ganar tiempo y romper las negociaciones que mantiene con la coalición nacionalista en Navarra. El PSN celebra este miércoles su Comité Regional en donde se discutirá la política de alianzas.
Pero las sospechas de que Puras está manteniendo un ‘doble juego’ se fundan en el hecho de que la actual presidenta del la Mesa del Parlamento foral, la socialista Elena Torres, de 37 años, podría verse “en la necesidad” de tener que cogerse la baja maternal debido a que en la actualidad se encuentra embarazada de gemelos, con posibilidad de sufrir un parto de alto riesgo, algo que ya sabían en el partido cuando fue designada para el cargo.
En el caso de que esto ocurriera el reglamento prevé que pase a ocupar la presidencia el vicepredidente, en este caso el dirigente de UPN, Javier Marcotegui, lo que dejaría la Mesa del Parlamento con solo cuatro miembros durante un tiempo indefinido. . Hay que señalar un dato importante como es que el Presidente de la Mesa del Parlamento cuenta con voto de calidad, algo que en esas circunstancias, beneficiaría a UPN.
En Na Bai empiezan a cansarse y quieren saber de una vez por todas si los socialistas navarros apuestan por un Ejecutivo de coalición con ellos e IU o están buscando estrategias para al final pactar con UPN.
Si (
No(
