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Caída generalizada de las bolsas, incluida España

Grecia vuelve a poner nerviosos a los mercados y a los inversores

Grecia vuelve a poner nerviosos a los mercados y a los inversores

lunes 06 de febrero de 2012, 10:40h
De nuevo nervios en los inversores y en consecuencia en las bolsas, ante las noticias que llegan desde Grecia, donde el rescate y el acuerdo de quita con la banca acreedora penden de un hilo al ser incapaces los políticos helenos de alcanzar un acuerdo sobre las medidas de ajuste que la troica comunitaria reclama al país. El Ibex35 se mueve en el entorno del 1% de caídas, pero las pérdidas son generalizadas en toda Europa.
El problema es que los diferentes partidos políticos helenos no llegan al entendimiento. Y sin acuerdo sobre las medidas de recorte, ni Bruselas dará los 130.000 millones que necesita el país urgentemente. Y es más, no dará ni siquiera vía libre al acuerdo con la banca acreedora por la quita que ya está prácticamente cerrado. La incertidumbre sobre el futuro del país ha vuelto a instalarse después de un fin de semana de reuniones a múltiples bandas que concluyeron sin que los diferentes actores cediesen en las posiciones en que se han enrocado. El problema es que los principales líderes políticos del país han sido incapaces de llegar a un acuerdo sobre las medidas austeridad que exige la comunidad internacional a cambio de más ayuda financiera. Y hoy se espera una nueva negociación mientras los acuerdos con la banca acreedora para una quita están prácticamente cerrados.

Los analistas de Link Securities señalan en su informe de los lunes que todas las partes están obligadas a entenderse, porque en caso contrario, una potencial suspensión de pagos sería muy negativa para todas ellas. Por eso mismo, toda la atención de los inversores -y los vaivenes que se puedan ver en el mercado- van a depender en gran medida de las noticias que se filtren desde Grecia.

El ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, se enfrenta a la titánica tarea de convencer a los socios del PASOK en el Gobierno de coalición que sustenta al Ejecutivo ateniense de la necesidad de ceder y aprobar un nuevo y severo programa de ajustes. Un nuevo agujero en el ya tenso cinturón griego que pasaría, entre otras cosas, por reducir el salario mínimo, eliminar los complementos de pensiones y adelgazar la plantilla de empleados públicos.

Sin ese paso adelante, la Troika (La Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) no abrirá la mano. «Estamos en el filo de la navaja», llegó a reconocer Venizelos tras una teleconferencia celebrada el sábado junto a sus homólogos de la zona euro, alguno de los cuales empiezan a perder la paciencia.

La troika exige al Gobierno de coalición que dirige el exbanquero Lukás Papadimos rebajas salariales en el sector privado y nuevos recortes de gasto público, a lo que se oponen los partidos políticos. "Nos están pidiendo más recesión. Y yo lucho contra ello", criticó el líder de la conservadora Nueva Democracia (ND), Antonis Samarás, a la salida de una reunión de 5 horas con Papadimos y los otros dos líderes de las formaciones que forman el Ejecutivo (socialdemócratas, conservadores y ultraderechistas).

Según el presidente de la formación ultraderechista LAOS, Yorgos Karatzaferis, estas medidas ahondarán en la "miseria" provocando una grave reacción contra los Gobiernos. Es que las medidas de austeridad han provocado que el desempleo se haya doblado (hasta cerca del 20 %), miles de negocios hayan cerrado y los salarios se hayan visto reducidos una media de un 25 %. "Yo no contribuiré a que estalle una revolución que haría arder Europa", dejó claro Karatzaferis tras el encuentro con Papadimos.

Por su parte, el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), la mayor formación parlamentaria, deberá estudiar las medidas exigidas por la troika en su Consejo Político, ya que actualmente el partido se encuentra sin un liderazgo claro y sumido en luchas intestinas por la presidencia. Sí que se llegó a acuerdos -según explicó el propio Papadimos- en torno a las medidas de reducción del gasto público en un equivalente al 1,5 % del PIB y las medidas de recapitalización de la banca local, entre otros.

La reunión de los líderes políticos siguió a un encuentro entre los jefes de misión de la troika; el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, y el ministro de Trabajo, Yorgos Kutrumanis. Los primeros reiteraron sus exigencias de que se eliminen las pagas extra, se reduzca el salario mínimo (de 751 euros), se rebajen las pensiones y se recorte el presupuesto del sistema sanitario en 1.100 millones de euros y el de Defensa en 400 millones.

La patronal y los sindicatos mayoritarios -que han avanzado en sus negociaciones sobre la reducción de los costes laborales no salariales y han pactado una congelación salarial- también rechazan estas medidas de la troika y así se lo hicieron saber al Gobierno en una carta enviada el viernes. Pero sin estos recortes, no habrá nuevo préstamo, tal y como también dejó claro el presidente del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker en una entrevista que publica mañana, lunes, el semanario alemán "Der Spiegel".

El crédito, pactado desde octubre pero aún no en marcha, tiene un valor de al menos 130.000 millones de euros y resulta esencial para que Grecia no entre en bancarrota en los próximos 10 meses, cuando deberá desembolsar unos 50.000 millones de euros en vencimientos de deuda (de ellos 14.400 millones de euros el próximo 20 de marzo).
La quita con los bancos acreedores, prácticamente cerrada

Paralelamente, el Gobierno griego ha negociado con la banca privada una quita de 100.000 millones de su deuda (que se eleva a unos 360.000 millones) en un acuerdo que las fuentes gubernamentales consultadas por Efe dan por "prácticamente cerrado". Sin embargo, la troika ha bloqueado también este acuerdo hasta que Grecia acepte las nuevas medidas de austeridad, por lo que Charles Dallara, el director ejecutivo del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa los intereses de la banca privada, debió volver a reunirse hoy con miembros del Ejecutivo heleno.

En principio, estaba previsto que los dos acuerdos -sobre la quita y el nuevo préstamo- fuesen anunciados mañana en la reunión del Eurogrupo dedicada a Grecia, que sin embargo ha sido aplazada al miércoles ante la falta de acuerdos. Así pues, Papadimos ha dado a sus socios de Gobierno un plazo hasta mañana para que decidan si aceptan o no las condiciones de la troika, y mañana volverán a reunirse para dar la respuesta final. Hasta entonces, continuará la incertidumbre.


El Ibex, de capa caída

De esta forma, el Ibex comienza con el pie cambiado una semana donde no habrá grandes referencias macro, pero si llegará el jueves la reunión del Consejo de Gobierno del BCE. No se esperan cambios en la política monetaria de la institución, que centrará sus esfuerzos en ver los efectos sobre el mercado de las subastas de liquidez ilimitada a tres años. También hablará mañana Bernanke ante el comité de presupuestos, y del mismo modo no se esperan muchas sorpresas.

Dentro del Ibex, esta mañana quien más sufre es Repsol, que cae un 2% y sufre en sus carnes la fuerte subida del petróleo Brent, muy cerca de los 115 dólares por barril. Tampoco es un buen día para Gamesa, IAG o Arcelormittal, cuyo descenso es algo inferior al 2%. Por la parte alta del selectivo, quien más brilla es Técnicas Reunidas -sube un 1,5%- luego de una recomendación de compra por parte de los analistas de Kepler.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo española subía ligeramente y se situaba en los 313,7 puntos básicos unos minutos después de la apertura, con un rendimiento del 5,019%, frente a los 305 puntos básicos en los que cerró el viernes.  Por último, en el mercado de divisas, el euro perdía posiciones frente al dólar y al comienzo de la jornada de hoy el cambio entre las dos monedas se situaba en 1,3092 unidades, tras abrir en 1,3111 unidades.

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