No hay grandes cambios con respecto a sus predecesoras, si acaso se nota la mano de Lin para mal en algunas escenas de acción que parecen puestas con calzador. ¿Por qué siguen en este tipo de películas hablándonos de armas de destrucción masiva y tecnología punta para, al final, resolver todos los conflictos a golpes como si fuera una película de kárate?. Los actores siguen cumpliendo a la perfección con sus papeles, siendo unos aplicados alumnos de Shatner, Nimoy y compañía, y la nueva franquicia sigue siendo totalmente respetuoso con el material original, tanto que, a veces, esto pueda parecer un capítulo de la serie, rodado con la tecnología y el presupuesto del Siglo XXI.
En definitiva, 'Star Trek: Más allá' está llena de lugares comunes pero por lo menos se toma tiempo con sus personajes, haciendo que todos ellos tengan su momento de gloria, desde Scotty (se nota la mano de Simon Pegg como guionista) hasta Uhuru o Sulu, aunque lo más interesante esté en la extraña relación entre Spock y el doctor McCoy. Los 'trekkies' se lo pasaran en grande, los que no, por lo menos, no se aburriran. Y es que 'Star Trek: Más allá' dista mucho de ser una gran película pero logra su propósito de entretener, como si fuera un episodio largo de la serie original.