Los insultos a Vinicius en el estadio de Mestalla han superado los límites de lo deportivo y varias figuras han salido en defensa del jugador del Real Madrid para posicionarse en contra del racismo en en el deporte. Entre ella la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien condenó "rotundamente los ataques y agresiones racistas" sufridas por el brasileño en el Estadio del Valencia F.C. Y según Montero estos ataques son consecuencia de la "normalización de los discursos de odio" contra lo que hay que levantar "un gran cordón social".
Montero 'culpa' a Ana Rosa Quintana de "banalizar discursos racistas"
La titular de Igualdad denunció que "banalizar los discursos racistas y xenófobos" como, a su juicio, hizo recientemente una "presentadora de prime time como es Ana Rosa Quintana" tiene "consecuencias" y son "intolerables".
"Tenemos que ser capaces de que exista un gran cordón social frente al racismo y la xenofobia, que proteja la sociedad que somos, una sociedad diversa y que respeta a todo el mundo sea cual sea el color de su piel", afirmó.
Mecanismos institucionales contra el racismo
Ha recordado a "todas las personas racializadas" que en esta legislatura se ha puesto en marcha el teléfono 021 que ofrece asesoría a todas las personas que sufran una discriminación racista.
"Nos queda mucho por hacer pero también estamos poniendo en marcha mecanismos institucionales" para luchar contra estas agresiones, señaló Montero, quien ha pedido también la "colaboración" de los ciudadanos para poner freno a cualquier "comportamiento machista o racista".
En su opinión, además de los "mecanismos sancionadores que deben existir" para combatir el racismo en el deporte, es preciso un "trabajo social profundo para dejar de legitimar" este tipo de discursos, "pararles los pies" y "construir una sociedad en la que nadie se sienta discriminado por su origen o procedencia".
"El racismo no es un problema puntual, es un problema estructural de nuestra sociedad y precisamente por eso lo más importante es que dejemos de tener connivencia, de normalizar, de legitimar discursos" que, "por desgracia", ocupan "espacios de prime time".
El Consejo Superior de Deportes lanza un comunicado
El Consejo superior de Deportes (CDS) ha expresado su condena rotunda y enérgica ante los insultos racistas que se están produciendo en el ámbito del fútbol.
"Estos incidentes son intolerables y absolutamente condenables no sólo en el espacio deportivo sino en un país como España, tierra de acogida y que hace de la diversidad su bandera. La xenofobia demostrada por algunos energúmenos nos avergüenza como sociedad y como deporte. La violencia, el racismo y cualquier tipo de discriminación son la antítesis de los valores del deporte, que son precisamente los del respeto, la empatía y el espíritu de equipo".
Pese a lo inaceptable de estas agresiones, el CSD es partidario de no generalizar: "los insultos proceden de una minoría de exaltados que confunden la pasión con el odio y que no deberían volver a pisar un campo de fútbol. Su actitud no es representativa de nuestros valores como sociedad y perjudica la imagen de nuestro país".
Asimismo, esta institución ha recordado su papel activo en la lucha contra la violencia en el deporte, como miembro de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, cuya presidencia ostenta en la temporada 2022/2023; y de la comisión de seguimiento del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE).
La Comisión Estatal mantiene reuniones cada2 semanas para el estudio, análisis, propuesta de sanción y seguimiento de los casos de racismo y xenofobia que se estén dando en el deporte.
Por su parte, la comisión de seguimiento del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) se reúne únicamente 2 veces al año, la última el pasado 13 de diciembre. Esta comisión volverá a reunirse, como estaba previsto, el 13 de junio en la sede del Consejo Superior de Deportes.
Por último, el CSD desea anunciar que propondrá a la Real Federación Española de Fútbol y a LaLiga el desarrollo de una campaña de concienciación dirigida a las aficiones, en la que están llamados a participar los capitanes de los clubes de fútbol españoles, así como acciones puntuales para luchar contra la lacra del racismo y la xenofobia y para combatir los discursos del odio en el deporte.
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