www.diariocritico.com
Guler y Rudiger
Ampliar
Guler y Rudiger (Foto: Real Madrid)

El Madrid, a la final de Copa tras sobrevivir a una lotería de goles en el Bernabéu (4-4)

miércoles 02 de abril de 2025, 07:44h

El partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey en el Bernabéu tuvo de todo. Real Madrid y Real Sociedad dedicaron una oda al fútbol con un resultado abrumador de 4-4 tras una prórroga y 90 minutos anteriores muy locos e intensos.

Al final, los blancos pasan a la finalísima, donde esperan Barça o Atlético de Madrid, pero no sin sufrir. Los de Ancelotti pasaron de todo: momentos brillantes en ataque, siesta y conformismo prematuros, fallos atrás, goles en el propia puerta, pitos de la grada... y al final, como casi siempre, épica para remontar.

Comienzo bomba

Y es que el Madrid tuvo que empezar la noche remontando. Se adelantaban los donostiarras en el minuto 16 con tanto de Barrenechea tras una mala defensa colectiva y surgían las tensiones en el Bernabéu.

Pero en el '30 llegaba el empate con gran gol de Endrick y no menos gran pase de Vinicius. Con el empate y victoria global en la eliminatoria, al Madrid se le notó con poca intensidad, especulando con el resultado y con ganas de irse pronto a la cama para descansar de un calendario de locura.

Craso error, porque casi nunca es buena idea irse pronto a dormir. En el '72, la Real le daba un susto haciendo el 1-2 tras la mala fortuna de Alaba, que marcaba en propia tras desviar un pase a su red. El austriaco, que volvía a tener sensaciones como titular tras su difícil año lesionado, tuvo su peor noche como madridista.

Sobre todo porque en el '80 se repetía casi idénticamente su suerte y desviaba otro balón, ahora un disparo, de Oyarzabal.

Vuelve la épica blanca

Con el 1-3, lejos de achantarse, el Madrid recurrió a su ya famosa épica, que casi siempre funciona. Hacía el 2-3 Bellingham tras culminar una gran jugada personal de Vinicius, el mejor de la noche. Si bien el brasileño sigue negado al gol últimamente, fue un buen asistente y un detonante para la remontada.

Y sí, el fútbol es una locura y pura emoción. Resultó que el Madrid hacía el 3-3 en el '86 tras un remate de cabeza de Tchouaméni en un córner, y la fiesta llegaba a la grada.

Se había logrado evitar la prórroga y ya se saboreaba la final de Sevilla cuando en el 93, durante los 7 minutos de prolongación, hubo otro fallo. Falta sin sentido de Camavinga a Kubo en banda derecha -el francés volvió a ejercer de lateral izquierdo, como en anteriores temporadas, y lo hizo mal-, la cual remataba en el lanzamiento Oyazarbal de cabeza para hacer el 3-4. Alaba, mal de nuevo, ahora en la marca al delantero donostiarra.

Hubo entonces que irse a la prórroga, lo que quería evitar a toda costa el cansado Real Madrid, pero fue justo donde reinó y disfrutó. Con la Real ya cansada, pudo haber una oleada de tantos blancos, pero sólo Rüdiger, que había salido por Alaba, fue quien rompió la red de un gran Remiro en el '115, de cabeza y en saque de esquina.

5-4 global y fiesta en el Bernabéu, olvidando los pitos y los malos ratos. Una victoria y una final lo tapan todo...

(Fuente: Google)

Si quieres recibir más temas como éste, puedes suscribirte a nuestras alertas gratuitas de noticias de Whatsapp o Telegram. También tenemos un boletín gratuito de noticias que llegarán a tu e-mail. Además, nos puedes seguir en Google News.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios