El Banco de España también revisa al alza la previsión de crecimiento: 7 décimas más, hasta el 2,3%

Al igual que antes han ido haciendo organismos como la Comisión Europea, la OCDE o el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco de España también ha revisado este lunes al alza la previsión de crecimiento de nuestro país.

Lo ha hecho en 7 décimas más, hasta el 2,3%, por lo que se acerca a las previsiones oficiales del Gobierno, y que hace meses se consideró inalcanzable y errónea.

Al 2,3% de crecimiento para 2023, el Banco de España añade una previsión del 2,2% para 2024 y del 2,1% para 2025. En lo relativo al próximo año, supone una rebaja de una décima debido a malas perspectivas de concesiones de crédito a las familias. En cambio, mantiene su previsión para 2025.

En todo caso, son superiores estimaciones que otros organismos. La Comisión Europea todavía habla de un 1,9% de crecimiento previsto para este año. En abril, el FMI habló de un crecimiento del 1,5%.

Las cuentas, al detalle

El crecimiento del PIB en 2023 se revisa al alza, en 0,7 puntos porcentuales, debido, sobre todo, al efecto arrastre que conlleva la revisión de los datos referidos a 2022 y a un avance más intenso de lo esperado en el primer trimestre de 2023, de acuerdo con el adelanto de la CNTR publicado por el INE.

Además, los indicadores coyunturales más recientes sugieren que el dinamismo de la actividad podría haberse acelerado ligeramente en el segundo trimestre.

Respecto al resto del horizonte, el crecimiento previsto para 2024 se revisa ligeramente a la baja, en 0,1 pp, mientras que se mantiene sin cambios para 2025.

Inflación

En cuando a la inflación, ésta se revisa a la baja en 2023, como consecuencia, principalmente, de una desaceleración más acusada de la prevista en los precios de la energía, mientras que en 2024 y 2025 las previsiones de inflación se mantienen sin cambios respecto a las previsiones de marzo.

En un contexto en el que el grado de incertidumbre continúa siendo muy elevado, los riesgos en torno a las proyecciones de crecimiento están orientados fundamentalmente a la baja, mientras que, en el caso de la inflación, se consideran equilibrados.

Las principales fuentes de incertidumbre son:

• La intensidad del impacto sobre la actividad y la inflación del endurecimiento de las condiciones financieras.
• La transmisión de las reducciones de precios de algunas materias primas a los precios de consumo.
• La evolución futura de las actuales tensiones geopolíticas.
• El ritmo de ejecución de los proyectos asociados al programa NGEU.