La rentabilidad de los bonos de la zona euro subían ayer, con el rendimiento de los bonos alemanes a 10 años alcanzando el 2,81%, su nivel más alto desde julio de 2011, en un mercado pendiente de los datos de inflación que se van a publicar a lo largo de esta semana en los países de la eurozona. Los rendimientos ampliaron su subida ligeramente después de que los datos mostraran que la confianza empresarial alemana fue ligeramente más fuerte de lo esperado en septiembre, a pesar de que cayó marginalmente en comparación con agosto.
El instituto Ifo dijo que su índice de clima empresarial se situó en 85,7, un descenso respecto a la cifra revisada de agosto de 85,8, pero por encima del 85,2 que esperaba el mercado. "La economía alemana atraviesa un bache", decía el presidente del instituto. Según la encuesta, la confianza de los directivos alemanes aumentó en la industria y el comercio, pero siguió empeorando en los servicios y la construcción.
Precisamente ayer, el Gobierno alemán anunció un paquete de medidas de 45.000 millones de euros para ayudar al sector de la construcción, muy afectado por los altos tipos de interés. El Gobierno central destinará 18.000 millones de euros hasta 2027 a viviendas asequibles y el resto de la financiación procederá de los estados federados y los municipios. También ha dejado en suspenso por tiempo indefinido los planes para exigir normas más estrictas de aislamiento de los edificios, en un esfuerzo por ayudar a apuntalar la alicaída industria de la construcción. Los precios de la vivienda en Alemania registraron en el segundo trimestre su mayor caída desde que se tienen registros.
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