El Banco de Inglaterra recortó ayer su tipo de interés de referencia 25 pb hasta el 4,5%, al tiempo que redujo a la mitad sus previsiones de crecimiento para este año y advirtió que los hogares se enfrentarían a una renovada presión por el aumento de los precios. El BoE ha rebajado sus previsiones de crecimiento para 2025, realizadas en noviembre, del 1,5% al 0,75% y ha advertido que la inflación alcanzaría un nuevo pico del 3,7% en otoño, casi el doble del objetivo del 2% establecido por el gobierno. La decisión de recortar 25 pb no fue unánime. Dos de sus miembros votaron a favor de aplicar un recorte de 50 pb, a pesar de revisar al alza las previsiones de inflación a corto plazo, lo que da una idea del grado de preocupación que sobre el crecimiento hay entre los responsables de la política monetaria.
A pesar del aumento de las presiones inflacionarias, el comité de política monetaria del banco dijo que el debilitamiento del crecimiento económico y el deterioro del mercado laboral significan que la inflación volvería a caer en el futuro, aunque también advirtió que habría que esperar hasta finales de 2027 para que la tasa regresara a su objetivo del 2%. En un reflejo de los crecientes peligros que se ciernen sobre la economía, el banco central afirmó que estaba siguiendo de cerca las políticas comerciales de Estados Unidos y advirtió que Gran Bretaña no sería inmune a una guerra comercial global. "Un mayor proteccionismo global probablemente tendría un impacto negativo sobre la actividad económica mundial a mediano plazo y conduciría a una mayor fragmentación del comercio", afirmó.