Efectos de segunda ronda

La inflación de la zona euro subió al 5% en diciembre, estableciendo un nuevo récord desde que se creó el euro hace más de dos décadas, generando dudas sobre la rapidez con la que las presiones sobre los precios disminuirán este año. Detrás de este aumento está el mismo actor del último año: la energía.

En diciembre los precios de la electricidad e hidrocarburos subieron un 26% en tasa interanual, un nivel muy por encima de otros productos básicos, aunque supone un descenso respecto a noviembre, cuando se situó en el 27,5%. También la alimentación se ha posicionado entre los bienes que más tiran al alza de los precios y ha registrado un repunte interanual del 4,6% cuando en el mes de noviembre la tasa fue del 1,9%.

En países como Estonia y Lituania, los precios han subido en tasa interanual por encima del 10%. En Lituania el IPC ha sido del 7,7%, y España ocupa el cuarto lugar con una inflación del 6,7% en tasa anual y que supone un diferencial de 1,7 puntos porcentuales con respecto a la zona euro. En los precios industriales en España el incremento interanual ha sido del 26,7%, siendo el tercer país con un mayor incremento por detrás de Bélgica con un 28% y de Rumanía con un 26,8%.

El BCE mantiene que los precios se moderarán en 2022, aunque reconoce que la subida está siendo mayor de lo previsto. El traslado de los precios industriales a los precios al consumo es cuestión de tiempo, acentuándose los llamados efectos de segunda ronda.