Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían ligeramente ayer, a la espera del probable aumento mañana por parte de la Reserva Federal de 75 pb en el tipo de interés de referencia, en un contexto de crecientes preocupaciones sobre una desaceleración económica y la posibilidad de una recesión. Con la subida de 75 pb, el tipo de interés se situaría en un nivel tan alto como antes de la pandemia y elevaría los tipos a un nivel que las autoridades del organismo consideran alrededor de "neutral".
Con esta nueva subida se comenzará a poner a prueba si el crecimiento de la economía estadounidense puede continuar sin la ayuda activa del banco central y los mercados comenzarán a plantearse nuevas cuestiones, como hasta cuánto deberá reducirse la inflación antes que la Reserva Federal considere que está bajo control y cuánto tendrán que subir los tipos de interés para que esto suceda. La inflación se ha acelerado desde que la Fed comenzó a subir los tipos de interés en marzo, lo que llevó a sus autoridades a pasar de una subida de 25 pb ese mes a una de 50 pb en mayo y a una de 75 pb en junio.
Es una trayectoria de subidas no vista desde la batalla del expresidente de la Fed Paul Volcker contra la inflación en la década de 1980. Cada nuevo movimiento de subida tras los 75 pb previstos esta semana, acelerará el paso de la política monetaria al territorio de “restrictiva”. Si bien los mercados proyectan tipos más altos, también ven un mayor riesgo de recesión y, como resultado, posibles recortes de tipos por parte de la Reserva Federal incluso el próximo año.
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