La rentabilidad de los bonos a 10 años del Tesoro estadounidense tocaba ayer máximos de cuatro semanas tras las sorprendentes cifras de empleo que se conocieron el pasado viernes y que aumentaron las expectativas de que la Reserva Federal seguirá subiendo los tipos de interés durante más tiempo.
Al dato de que se crearon 517.000 puestos de trabajo en enero y que la tasa de paro alcanzó el 3,4%, su lectura más baja en más de 53 años, se sumaron otros datos que mostraron que la actividad del sector servicios repuntó con fuerza, con una recuperación de los nuevos pedidos y un aumento moderado de los precios pagados por las empresas. Ayer, la secretaria del Tesoro declaraba que veía un camino para evitar una recesión en el país, con una reducción significativa de la inflación y una economía sólida ante la fortaleza del mercado laboral. "No tienes una recesión cuando hay 500.000 puestos de trabajo y la tasa de desempleo más baja en más de 50 años", dijo Yellen. También señaló que la inflación sigue siendo demasiado alta, pero ha estado desacelerándose durante los últimos seis meses y podría disminuir mucho más gracias a las medidas adoptadas por el gobierno. En este contexto, el rendimiento del bono a 10 años subía al 3,640%, su máximo desde el 6 de enero.
Las apuestas de recortes de tipos en la segunda mitad de este año aumentaron después de que el presidente de la Reserva Federal citara los avances en la reducción de la inflación tras la reunión de la semana pasada. Sin embargo, tras los datos del viernes los operadores de futuros de los fondos de la Fed prevén ahora que los tipos suban por encima del 5% en mayo y bajen sólo al 4,76% en diciembre.
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