Mientras el recorrido a nivel mundial de los tipos de interés es irse alejando de cero, tal y como se esperaba después de que el día anterior anunciase una reunión extraordinaria, el banco central de Rusia bajó ayer su tipo de interés de referencia al 11% y dijo que ve margen para más recortes este año, al tiempo que la inflación se ralentiza desde máximos de más de 20 años y la economía del país se acerca a la contracción. En abril, el Banco de Rusia recortó el tipo de interés al 14%, semanas después de una subida de emergencia al 20% tras el envío de tropas a Ucrania el 24 de febrero.
El banco central, que ha recortado el tipo de interés 900 puntos básicos desde febrero, ha señalado que mantiene abierta la posibilidad de volver a reducirlo en sus próximas reuniones. No mencionó su previsión de inflación para 2022, que anteriormente se situaba en el entorno del 18-23%, pero dijo que la inflación se ralentizará hasta el 5-7% en 2023 antes de alcanzar su objetivo del 4% en 2024. En su comunicado, el banco central apunta que las presiones inflacionistas han disminuido gracias a la evolución del tipo de cambio del rublo, así como a la notable disminución de las expectativas de inflación de hogares y empresas.
Mientras, en EE.UU. la rentabilidad de los bonos del Tesoro apenas variaba ayer. Los temores a la inflación parecen que se van disipando entre anuncios de las empresas que apuntan a una desaceleración del crecimiento económico. La segunda estimación del PIB en el segundo trimestre mostró ayer una caída del 1,5% frente al -1,4% del dato avanzado y el -1,3% que esperaba el mercado.
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