El lado oculto de la marihuana: grandes mitos desmentidos en torno a 'fumar porros'

Los términos cannabis o marihuana, entre muchos otros, hacen referencia al psicoactivo o psicotrópico obtenido de la planta del cáñamo con fines recreativos, religiosos y medicinales. De acuerdo con la ONU, se trata de la sustancia ilícita más utilizada en el mundo. La regulación legal del cannabis es diferente en cada país, y existen tanto detractores como defensores de su despenalización.

Los grandes mitos en torno a fumar porros, marihuana, que habría que desmentir:

1. No crea dependencia

Si bien es cierto que consumir marihuana no crea grandes dependencias, sí contiene compuestos que la hacen adictiva. Una persona que fume marihuana no llega a una situación de drogadicción, pero le va a costar dejarla por cuestiones de costumbre y necesidad para sentirse bien. Al ser una planta medicinal tiene efectos en la mente y cuerpo de quienes la consumen. Está demostrado que personas que comenzaron a fumar marihuana por problemas emocionales terminaron pasando a drogas más duras al acostumbrarse ya su organismo a su sustancia fundamental, el THC.

2. Es más sano que fumar tabaco

Realmente hay estudios que demuestran que es menos dañina que el tabaco, pero aunque sea muy pequeña la cantidad, no es bueno introducir ese humo en los pulmones ni en el tracto respiratorio desde la boca. A largo plazo puede crear problemas de salud, además de algún tipo de tumor en boca, lengua, garganta... El cannabis contiene muchos de los carcinógenos y mutágenos del tabaco y en mayor cantidad (un 50% más), según el Ministerio de Sanidad español. Además, tiene efecto broncodilatador, lo que favorece la absorción de las sustancias tóxicas.

3. Es buena para enfermedades graves

Sí que es una planta medicinal y ayuda a aliviar los dolores musculares y a relajar la mente, además de ser una herramienta útil para enfermos de cáncer, sobre todo para eliminar las molestias de la quimioterapia. Además, se asegura según varios estudios que El THC, componente activo de la marihuana, reduce el crecimiento de tumores. Sin embargo, no debemos mitificarla como una solución o una cura, ya que sólo alivia síntomas y nos ayuda a soportar malos momentos, pero no sana. Sólo es un complemento.

4. Es buena para la mente

Es real que al comienzo del consumo, cuando una persona no es un habitual, relaja la mente. Los estudios demuestran que su consumo relaja las redes cerebrales. Pero ojo, el uso prolongado tiene efectos perjudiciales sobre la memoria y la cognición ya que contribuye al deterioro de las redes cerebrales.

5. No da problemas a largo plazo, como el tabaco

Eso sí que es radicalmente falso. Como toda planta medicinal, puede tener efectos secundarios en algunas personas. Puede que incluse provoque síntomas que buscas evitar, como náuseas, vómitos o indigestión. También puede provocar en algunas personas bajadas de tensión, y hacerte sentir mal de cuerpo. Y es que el THC puede causar descompensación en algunos casos.

6. Paz y amor...

Aunque es un mito entre algunas tribus urbanas, como los hippies, además de estar relacionada con el reggae y otras músicas relajantes, el cannabis puede causar reacciones violentas por su consumo debido a un mecanismo de defensa que el cerebro produce hacia una sensación desconocida y la introducción del THC en el organismo. No todo el mundo debería consumir marihuana sin conocer su cuerpo. Además, las personas con problemas mentales podría destapar alguna enfermedad psiquiátrica de envergadura al despertar ciertas partes del cerebro.

7. Como no es tabaco ni contiene añadidos, se puede fumar por embarazadas

Grave error. Las mujeres en estado no deben bajo ningún concepto ni fumar ni beber. Las propiedades positivas del cannabis dejan de serlo ante el feto ya que sus músculos y órganos están en pleno desarrollo y pueden producirle graves consecuencias durante su formación.

8. Es una droga blanda buena para los jóvenes

Otro error. Es la sociedad la que vende esta idea, ya que intenta mostrar jóvenes calmados por los efectos de la marihuana, evitando drogas duras. Pero un joven, hasta su madurez, pasados los 20 años, tiene un cerebro aún en desarrollo y el cannabis influye, podiendo causar daños cuando el consumo es continuo. Algunos estudios apuntan a que ser podría perder capacidad de conexiones cerebrales en el futuro. De ahí la conocida expresión de "éste fumó demasiado de joven y ahora se ha quedado atontado".

9. Estimula y aparta efectos de otras drogas y alcohol para poder conducir

Falso mito y de graves consecuencias. Disminuye la coordinación motriz y aumenta el tiempo de reacción al volante, aumentando las posibilidades de causar un accidente. Está gravemente penado por ley.

10. Es bueno para la ansiedad y nervios

A corto plazo... pero no es una solución, sino todo lo contrario: La marihuana empeora los síntomas de ansiedad y causa ataques de pánico a largo plazo.